El Apunte
La reparación de barcos va viento en popa
El astillero de Cádiz tiene asegurada la carga de trabajo para 2025 y tiene nueve obras en seis meses
El astillero de Cádiz tiene garantizada su carga de trabajo para el próximo año. Una docena de barcos ya ha reservado dique en la factoría de la capital para abordar obras de mantenimiento durante el primer semestre del año. Se trata de contratos que vienen de largo y que aumentarán con los que se firmarán sobre la marcha. De momento, dos ferrys, cuatro cruceros, un buque hidrográfico, otro turístico y el anfibio de la Armada 'Juan Carlos I' figuran en el cronograma de Navantia para los primeros meses del año que viene.
El nuevo año arrancará con cuatro buques en los diques. Se trata de los ferrys 'Visborg', de Balearia, y el 'Tarifa', de la naviera FRS. Además está prevista una intervención en el barco turístico 'Cartagena'. En el primer trimestre está anotada la obra del buque hidrográfico de la Armada 'Tofiño'. El área de Reparaciones de Navantia va viento en popa gracias a la reparación de cruceros y a las intervenciones en mercantes y gaseros. De esta forma, el astillero de Cádiz empezará el 2025 como acabó el 2024, es decir, con lleno en sus diques.
La factoría tiene dos importantes obras, por un lado, el remate de la segunda fase del crucero 'Allure of the Seas', de Royal Caribbean y, por otra parte, el cambio de maquinaria para mejorar la propulsión del buque insignia de la Armada Española, el 'Juan Carlos I'. El 2025 es un año clave para Navantia, ya que buena parte de su plan de futuro debe arrancar con las obras previstas a partir de enero. De momento, la empresa pública ha sufrido dos grandes varapalos.
La pasada semana se confirmaba que Navantia había sido excluida del concurso para la construcción de once fragatas para la Marina de Australia. La empresa española quedó apeada en la penúltima criba. El segundo revés del que trata de reponerse tiene que ver con el concurso que ganó en Reino Unido para la construcción de tres barcos destinados a la Royal Navy.
En este concurso va junto con el astillero que construyó el Titanic, el irlandés Harland & Wolff. Sin embargo, esta empresa ha dado en quiebra y ha puesto en jaque el proyecto de Navantia. No obstante, los ejecutivos de la empresa pública española tratan por todos los medios de apuntalar este encargo y no se descarta que Navantia compre el astillero inglés, aunque pida ayuda a Londres, para salvar así la obra.