opinión
Sofía es mucha Sofía
Hay muchas actrices, presentadoras y showwomen, tanto españolas como extranjeras que me gustan. Pero sin duda una de mis favoritas es Sofía Vergara
Hay muchas actrices, presentadoras y showwomen, tanto españolas como extranjeras que me gustan. Pero sin duda una de mis favoritas es Sofía Vergara, es una de esas personas con mucha presencia que pisa fuerte por el mundo.
Sus ascendientes o ancestros pertenecen a ... la élite colombiana, entre los que se encuentran antiguos políticos y escritores por ejemplo. No obstante ella se ha hecho a sí misma, desde sus días de chica de calendario y anuncios de Pepsi a actriz de Hollywood, productora y dueña de varias empresas.
Abrirse paso como actriz hispana en Hollywood no es nada fácil (que se lo digan a Penélope Cruz o Salma Hayek, por ejemplo), y hacer del personaje estereotípico un éxito ya es casi imposible, y más siendo rubia natural, una aberración (nótese la ironía) para ese tipo de papeles.
Sin embargo, ella lo consigue a base de pulir su nariz después de cientos de portazos cada vez que iba a un casting, de horas de clases de inglés que no le sirvieron para nada, como ella misma afirma, pero sobre todo de determinación.
A todo esto le sumamos el carisma que tiene, y la habilidad de reírse de ella misma y de aquellos que quieren reírse a su costa, y no lo consiguen. Es de esas mujeres que yo considero divas, no en sentido negativo del término, es decir una creída, sino en el verdadero sentido; gloriosa.
Tiene cincuenta y un años, está divina y permanece en todo lo alto en el mundo de la farándula, el cual sabemos está lleno de tiburones, por lo que es difícil sobrevivir, sobre todo si eres mujer de más de cuarenta años, que sí que me diréis que hay grandes actrices de esa edad, pero estamos en las mismas son las cuatro o cinco que se han mantenido a flote desde jovencitas, no veo yo ninguna actriz revelación de cincuenta años.
En resumen: tiene tablas, o como reza la canción de Chenoa, «(...)cuando tú vas, yo vengo de allí. Cuando yo voy tú todavía estás ahí…», por eso cuando va a los Talkshows, bueno programas de entrevistas, ni se despeina. Sofía ha sabido «bailarle el agua» y «marear la perdiz» a famosos entrevistadores como Jimmy Fallon o Ellen DeGeneres al otro lado charco, los cuales también tienen su experiencia en el formato y podían hacerle una finta a la de Barranquilla, cosa que no ha ocurrido nunca, cuanto más si se «enfrenta» a un entrevistador como Pablo Motos cuyas preguntas dejan bastante que desear la mayoría de las veces, por manidas, casposas, machistas o simplemente mal planteadas y/o preparadas, además de que algunas veces se ha burlado de invitados que no sabían entenderle.
Lo cual es una pena, porque realmente lleva a pedazos de invitados al plató de las hormigas. De hecho, es la única razón por la que a veces veo el programa y lo hago a través de los mini vídeos del Youtube y con aquellos invitados que me llaman la atención. Por eso cuando me enteré que salía Sofía Vergara en el Hormiguero no dudé en verlo, y no pude reírme más del vapuleo que le dio al presentador, quien demostró ser un desastre de nuevo al intentar ridiculizar el pelo Sofía, sus pestañas, y su inglés, entre otras cosas.
Además de demostrar que no tenía ni idea sobre la serie que estaba promocionando la actriz al confundir el nombre del personaje principal, dijo Griselda Marcos en vez de Griselda Blanco, y que cuando le preguntaron qué le había parecido la serie divagó y dio rodeos porque no tenía ni idea. Otros decían que la entrevista está pactada, pactada o no, los zascas de Sofía merecían un Award. Columna nº 100 para una mujer de 100.