OPINIÓN
«La Isla Vice»
Se nos hace extraño que en San Fernando pasen cosas de las que pasan «en las grandes ciudades» o al menos que lleguen a nuestros oídos
Los recientes acontecimientos delictivos en San Fernando me han recordado a la afamada serie de los ochenta «Miami Vice» o «Corrupción en Miami» como se llamaba aquí en España, que era el título que yo le quería poner a la columna: «Corrupción en La Isla», ... pero daba pie a muchas y equivocadas conclusiones, al menos en lo referente a lo que yo quería hablar, que como ya sabéis no suele ser nada relacionado con la política, pues no me quedó otra que adaptarlo un poco. Tan acostumbrados estamos a que más allá del trapicheo de drogas, algún hurto o alguna trifulca, lo típico de cualquier ciudad, se nos hace extraño que en San Fernando pasen cosas de las que pasan «en las grandes ciudades» o al menos que lleguen a nuestros oídos. No tuvimos suficiente con el caso del «Love scam» o estafa romántica que se dedicaba a extorsionar a personas que caían en relaciones románticas falsas y en la que fue desarticulada una auténtica red criminal internacional el año pasado, o el incremento de las ciberestafas como las perpetradas por un grupo de chavales de entre veinte o veintipocos años que sin oficio ni beneficio, o sea ninis, se dedicaban a robar y blanquear dinero a través de Bizum inverso, que ahora nos encontramos en menos de una semana con dos persecuciones policiales, una a un tipo armado que huía a pie por el casco urbano aterrorizando a los vecinos a su paso puesto que iba efectuando algunos disparos ahí al tuntún, incluso entró en un domicilio particular y la otra persecución que sí fue más a lo «Miami vice» con persecución de coches policía, disparos de agentes de la autoridad y accidente en la carretera de Camposoto incluidos y si en las series tenemos el famoso puesto de frutas que dificulta la persecución, aquí teníamos el mercadillo de los jueves para no ser menos a la hora de dar empaque al asunto…, poca broma con estas cosas que al final se nos escapan de las manos. Espero que estas situaciones sigan siendo aisladas en la apacible ciudad isleña.
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