OPINIÓN
Los goyas, los guardias civiles, el retumbar mundial y los cubos de agua con lejía
En unos eventos está peor visto estas acciones, como en caso de los Óscar, que cuando alguien hace una protesta hay quien arruga la nariz de disgusto
Siempre me ha parecido chocante que en unos premios a la industria del cine se reivindique temas políticos, digo chocante, no que sea malo que se reivindique, ya que cada cual aprovecha los medios que tiene para dar su opinión, hacer sus berrinches y ejercer ... su derecho al pataleo. En unos eventos está peor visto estas acciones, como en caso de los Óscar, que cuando alguien hace una protesta hay quien arruga la nariz de disgusto preguntándose: «¿Esto a qué viene ahora?» Y en otros, como en los Goya, viene a ser parte del show que se abran las compuertas a todo tipo de reivindicaciones que estén de tendencia en ese momento: feminismo, derechos humanos, derechos y movimientos sociales, etc. Y la paz para ciertos conflictos, y digo ciertos conflictos, porque o se nombra la manida e insípida paz mundial o se nombra un conflicto a postular en ese momento. Confieso que no vi Los Goya al completo, solo hasta que salió Sigourney Weaver, pero hasta ese momento escuché un «paz para Palestina», que está muy bien pedir la paz para el que sea, está claro, pero por qué no también para Ucrania, ¿ya no es trending topic en los conflictos mundiales? o para la zona del Sahel, o para la República Democrática del Congo que está siendo bombardeada, o para todos los conflictos internos a lo largo de toda Latinoamérica o en Asia. Está claro que cada uno pide la paz a la carta a según sus intereses, y mientras miramos por la ventana el polvo de la casa del vecino, ignoramos el polvo de nuestra propia casa, porque ya que de palabras bonitas y reivindicaciones hablamos, no hubo ni unas palabras de condena al asesinato de los guardias civiles. Pero vamos, que si no «quieren mojarse» al menos unas condolencias públicas a las viudas y las familias no le hacía daño a nadie, no es que paremos el mundo por ello, ni siquiera una media asta, aunque si se la merecía Jaques Delors, ellos también digo yo, que están en el lado de los buenos, aunque muchos parecen no creérselo. Pero qué le vamos a hacer si el mundo anda revuelto, un claro ejemplo es que Japón ha aprobado «el retumbar mundial» y me diréis qué cojo… es eso. Pues veréis, desde un punto de vista otaku, es un fenómeno que se da en una manga/anime de tema apocalíptico en el que unos titanes tienen acojonados lo que queda de la humanidad que sobrevive como puede, y el titán originario o como se llame puede activar este fenómeno y desatar el pandemonio, algo que si lo extrapolamos a la vida real se traduce como el incremento de los últimos años en el crédito militar para Japón, o lo que es lo mismo se están preparando para lo que pueda ocurrir con Corea del Norte, China o Rusia. Y despertar a Godzilla, no sé, pero que tienen la tecnología para hacer Jaegers como los de la peli de Pacific Rim, la tienen (Tal vez exagera un poco, ¿pero quién sabe?) y a saber en qué embolado a nivel mundial nos meten. Pero de momento eso es vender la piel antes de cazar al oso, así que lo que realmente me preocupa, por ahora, es que le tiren agua con lejía a las agrupaciones callejeras. ¿Qué está pasando con el carnaval de Cádiz? Desde cuándo la intolerancia a hacia los de dentro y pasividad hacia los de fuera (con los que deslucen la fiesta me refiero, no con los que la enriquecen). Cierto que el carnaval siempre ha tenido un punto de desfase, pero ¿cuándo cambió la libertad por el libertinaje? No sé si son impresiones de «pureta» o realmente se nos está yendo la olla.