OPINIÓN
Gaditanoir
En fin, como dice el comisario Puyana: «Larga vida al Gaditanoir»
El pasado jueves se celebró el primer festival de novela negra en Cádiz; «Gaditanoir». Seguramente a algunos os sonará, puesto que ha sido anunciado en prensa y redes durante un tiempo, y a los que no, pues ya os lo cuento yo. Como ya sabéis ... que todo lo que se monte a nivel literario allá que voy a meter cabeza, si me dejan claro. Pero esta vez era especial no solo por lo meritorio de su organización y por ser el primero de su clase por estos lares, sino porque me encontraba entre los diez finalistas del IV Certamen «The Riverside» integrado en el festival, con mi relato «El abogado». Para mí fue un orgullo estar ahí por dos razones, por un lado por estar entre los diez primeros de al menos cincuenta relatos y encima en el primer festival y por otro haberlo logrado con un género con el que no estoy muy familiarizada, al menos hasta ese momento, porque después del «Gaditanoir» quedé empapada de sabiduría en el género. El premio se lo llevó Sebastián García Sancho con el relato «La bella escondida» quien tuvo el maravilloso gesto de donar la cuantía del premio a las víctimas de la DANA. Todo esto ocurrió el sábado pasado, pero desde el jueves ya teníamos muchas cosas para disfrutar como por ejemplo al autor Rafa Marín hablándonos de su nueva novela «Los muertos de Madrid» donde un detective de Cadi, Cadi hace de las suyas en la capital, la presentación tuvo «to el arte», después llegó nuestro español Best Seller en thriller Juan Gómez Jurado con su novela «Todo muere» quien habló de todo menos de su novela, quien se llamó a sí mismo caniche saltarín y la verdad que es así es todo un polvorilla, donde me esperaba encontrar a un autor tirando a serio, me encontré a un persona súper dinámica que interactuaba con el público de manera excepcional, con una rapidez mental digna de su personaje Antonia Scott, pero con el humor de Jon Gutiérrez, me quedé embelesada para que nos vamos a engañar. Pero «no solo de Jurado vive el festival» si me permitís modificar la sentencia bíblica. El viernes contamos con David Monthiel y Ángel G. Osuna que nos explicaron que Cádiz puede ser un escenario «noir» como cualquier gran ciudad, luego Alberto Caliani y Juan Manuel Sainz Peña en su mesa «Novela histórica y negra» nos cuentan como el género «noir» es tan válido para Nueva York como para la antigua Roma y la guinda del pastel de ese día fueron Daniel Fopiani y Benito Olmo en su mesa «Desde Cádiz hacia el éxito exportando talento «noir» que forman el tándem consolidado de novela negra gaditana. El sábado vino más completo porque teníamos turno doble, por la mañana Lola Montalvo y Antonio Sanz Fuentes, criminólogos, nos hablaron del «True Crime» reflejado en sus libros, le siguieron Luís Rodríguez Guerrero y Alberto Puyana, las nuevas voces gaditanas de la novela negra que vienen empujando con fuerza y por último Blanca Cabañas, Marta Huelves y Eduardo Formanti hablando de las diferencias entre la escritura del norte y sur. La tarde fue amenizada por le mesa iberoamericana de la mano de Mauro Barea y Willy del Pozo, y «la mujer en la novela negra» fue a cargo de Susana Martín Gijón y Rosario Tey descubriendo matices muy interesantes y el homenaje a José Rasero Balón. El domingo terminamos con Antonio Puente Mayor y Jesús Relinque, la novela negra con fenómeno multigénero, y por último Juan González Mesa habló de su novela «Los perros que nadie quiere», por cierto fue ganador del premio Gaditanoir. En fin, como dice el comisario Puyana: «Larga vida al Gaditanoir»