Extranjerismos II: el 'hieling'

La sabiduría popular se está perdiendo, por eso cuando hacemos las cosas «obvias» que hacían nuestros abuelos, a nuestro relevo generacional les parece todo un descubrimiento

Por lo visto últimamente nos encontramos ante la escasez de bolsas de hielo en los supermercados, o eso dice el consumidor medio, porque los representantes de los 'supers' dicen que el problema es más acuciante a nivel hostelero que a nivel doméstico. Por lo que ... ante este «problema» algún que otro periodista postmilenial, y blogueros varios, se ha puesto manos a la obra para solucionarlo y han descubierto un «aparatejo» extraño lleno de huecos que estaban en nuestro congeladores a los que, los que ya tenemos una edad (nótese la ironía), llamamos cubiteras y que si los rellenas con agua y los metes con mucho cuidado en el congelador… ¡Magia! tenemos cubos de hielo, ¡ojo! cubos, de ahí lo de cubitera, por si los menos avispados no se han dado cuenta.

Pero no solo de cubiteras vive el hombre, y ni cortos, ni perezosos, han dado más 'chachitruquis' para crear hielo, tales como rellenar globos (algo que me parece un poco asqueroso ya que el cubata te puede saber a goma), usar moldes de magdalenas (espero que de silicona), cartones de huevo con papel de aluminio, este sistema no me ha quedado claro, y las famosas bolsas de hielo que se rellenan con el grifo, y con las que se han topado de pura chorra un día que buscaban papel film para envolver los bocatas de la playa.

Y como los vídeos de sus canales y las entradas de sus blogs con sus «descubrimientos» necesitan un nombre «cool», o sea un título «guapo, guapo» y como «rellenar la cubitera en cinco absurdos pasos» es muy largo, pues han bautizado a esta tendencia tan 'avant-garde' como «hieling». Pero antes de echarme las manos a la cabeza, de cuanto ignorante hay por el mundo, que ya está todo inventado, que de lo más sencillo hacen un mundo.

Me he parado a reflexionar, sí algunas veces lo hago, y es que si hacen algo tan obvio que parece de Perogrullo, tal vez y solo tal vez, es porque alguien no se lo ha explicado antes. Y me diréis: por Dios Patricia, si hacer hielo en casa es algo básico. Y lo es, claro, pero para el que ha necesitado hacerlo. Vivimos en una sociedad cómoda, donde el consumismo nos ha facilitado tanto las cosas, donde las nuevas generaciones van tan deprisa y adquieren conocimientos tan rápido y con características tan específicas, que se saltan pasos intermedios porque no los necesitan ¿quién hace una raíz cuadrada a mano cuando se tienen calculadoras? por ejemplo. ¿Quién se para a preparar hielo? Cuando es más fácil comprar una bolsa a un euro aproximadamente (no sé si habrá subido con la guerra de Ucrania) y seguir con su vida tan ajetreada, de trabajo o teletrabajo que les absorben horas y horas, o la búsqueda del mismo, o poniéndose al día con las TIC tan necesarias hoy en día para poder avanzar social y laboralmente.

La adquisición de nuevas habilidades y conocimientos nos obligan a dejar atrás otros más básicos o que están sintetizados en otras áreas. El mundo va tan deprisa que tenemos que obviar la cubitera, si no nos queremos quedar en el limbo.

La sabiduría popular se está perdiendo, por eso cuando hacemos las cosas «obvias» que hacían nuestros abuelos, a nuestro relevo generacional les parece todo un descubrimiento, porque para ellos echar la vista atrás más de diez años es quedarse obsoleto en esta era de conocimiento digital y virtual.

Y sólo miran más allá cuando les surge la necesidad, como en el caso del confinamiento que se volvió a hacer pan, flan y bizcocho, entonces la escasez fue de levadura.

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