OPINIÓN

Eurovisión y la carrera de Tour Universo Mujer

Ya con el televeoto estaba totalmente perdida, bueno a excepción de Loreen, esa era sí o sí

Normalmente no tengo muchas esperanzas en ganar Eurovisión, quizás este año en vez un 90% de negatividad llevaba un 70% con el subidón del año pasado y también, como dije en la columna de febrero, la canción de Blanca Paloma me gustaba, además de que ... a medida que avanzaba el concurso veía canciones que ni fú, ni fá, (este año no ha sido de mis favoritos), así que pensé durante unos minutos, ¿por qué no? Mucho muchachito guapo, mucho fondo en tonos rojos, un grupos que pegaba para un anuncio de Evax ,algún estribillo pegadizo para la disco y chiringuitos, y poco más, pero…empezaron a sacar la artillería pesada a mitad de la gala, la diva de Francia en un pedestal, los vozarrones de Bélgica e Italia, el himno de Noruega, el rock ochentero de Australia e incluso esa mezcla extraña entre Queen, los Village People y un grupo de colegas que improvisan un disfraz, con el armario de su abuela, para un sábado de carnaval; es decir los croatas, llevaban una apuesta muy particular que podía dar muchas sorpresas, de hecho yo ya cantaba: Mamá compra una «tractora» (por lo visto no iba desencaminada porque significa: Mamá compró un tractor), y Finlandia tampoco se quedaba corto, a pesar de que la coreografía me recordaba un poco al baile del gorila de Melody.

No obstante, ninguna de estas opciones pudo con «la bestia parda» de Loreen (sí, ya sé que no he mencionado Israel, ¿pero qué queréis que os diga? me pareció prima hermana de Chanel). Así que esperé a las votaciones sin saber mucho que esperar, a ver del jurado de los «twelve points-douze points» más o menos te hueles por dónde van los tiros, de hecho no se portaron malotes con España, tampoco para tirar cohetes, para que nos vamos a engañar, pero nos iba manteniendo en el Top Ten. Ya con el televeoto estaba totalmente perdida, bueno a excepción de Loreen, esa era sí o sí. Por tanto, cuando le dieron los cinco puntos a España me reí con tanto humor (del bueno, del deportividad) como lo hicieron los australianos con el suyo, que no recuerdo ahora cuánto fue, pero por ahí va la cosa. En fin que otro año más nos hemos comido un mojón, ojo no lo digo como insulto, sino como poste de piedra que marca un camino, el de la final de la Eurovisión, y en el que de nuevo, nos hemos tropezado cayendo de bruces con las manos abiertas.

Para quitarme el «disgusto», nótese la ironía, a día siguiente, es decir el domingo, me fui a dar una carrerita por ahí, pero como a mí eso de correr sola no me mola mucho, me apunté a la carrera Cádiz en forma por la igualdad organizada por Tour Universo Mujer y con la colaboración de AGAMAMA (Asociación Gaditana de mujeres con Cáncer de Mama), el afamado gimnasio de Raúl Calvo, y varios clubes deportivos de la zona, entre otros. Así pues, entre corredores de marca, de esos que de una zancada te hacen quinientos metros y medio, y participantes de dorsales 0, pasamos por el arco hinchable aquellos que participábamos más por «jartibles» y por la camiseta, que por pódium.

La carrera transcurrió por un recorrido de lujo, San Antonio, hotel Atlántico, la Caleta, «Camposur» hasta la rotonda «del romano» y vuelta. Un itinerario muy bonito, sí señor, pero un poco sufrido a la ida, por el calor que hacía cuando salimos de la sombrita del Árbol del Mora y por la «cuesta falsa» del «Camposur», cosa que obviamente no ocurrió a la vuelta, así que me lo pasé muy bien. Por cierto, mi dorsal era el 276 por si me habéis hecho alguna foto me la paséis.

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