OPINIÓN
Carmen y Tina, pero sobre todo Carmen
Tenía el porte de las actrices hollywoodenses de la edad de oro, con lo racial de las artistas españolas o hispanas como la mexicana María Félix
No hace ni un mes que falleció Tina Turner y aún no me lo creo, son figuras tan públicas que una piensa que son eternas, algo así me pasó con la reina Isabel II de Inglaterra que parecía ser inmortal como Connor McCleod (ya sabéis el prota de las pelis de Los inmortales) y que, al final, también nos abandonó, y sin embargo aquí estamos sin uno de los grandes iconos del Rock and Roll universal, pasando a la lista de los artistas venerados hasta la eternidad.
He de decir que me gusta la música en general, pero nunca he sido fan de un artista en particular, pasando rachas en las que me inclinaba más por un artista que otro, pero Tina era uno de esos artistas a los que sí volvía de vez en cuando, bien por sus canciones, bien por su filmografía, tal vez fuera esto último lo que me atraía de ella, ya que con catorce años vi la película de sus biografía y me impactó como le trataba su marido y me incitó en cierto modo a seguir algo de su carrera, como ya he dicho el efecto fan no iba conmigo. Así que no pude evitar sentir su pérdida, dándome cuenta que era más fan de ella de que creía reconocer en un principio.
Pero si la muerte de Tina me entristeció, la de Carmen Sevilla me impactó aún más y eso que no me debería sorprender tanto, ya que era una mujer mayor ya retirada de la vida pública con unas dolencias que dieron paso al ciclo natural de la vida, pero que de alguna manera yo pensaba que siempre iba a estar ahí. Dentro de mis género musicales favoritos no se encuentra para nada la copla, excepto (léase ese excepto subrayado y con negrita) si la copla se canta en películas antiguas, sí así de rara soy. Me declaro fan de las películas de Antonio Molina, Estrellita Castro (mentora de Carmen Sevilla, por cierto), Juanita Reina, Lola Flores (otra de mis favoritas sin duda), etc. Eso sí, nunca he podido con Paquita Rico, demasiado dramática y sobre actuada, por mucho que la defienda mi amiga diciendo que ella era folclórica, no actriz. Pero sin duda mi «más favorita» siempre ha sido y será Carmen Sevilla, de hecho aunque me lapiden yo le hubiera dado a ella el papel de María de las Mercedes, para mí era perfecta en muchos sentidos (artísticamente hablando) era simpática, tenía mucho arte, era preciosa y elegante.
Tenía el porte de las actrices hollywoodenses de la edad de oro, con lo racial de las artistas españolas o hispanas como la mexicana María Félix. No creo que haya visto todas su películas, pero sí he visto algo de toda sus épocas, de su primera etapa mis favoritas son La pícara molinera (1954), La fierecilla domada (1956), Camino del Rocío (1966) y, cómo no, Rey de Reyes (1961) filmada allá en la cuna del cine, donde enamoró a varios partenaires, como Jorge Negrete y dejó con el corazón roto a Cantinflas, porque aparte de por Estados Unidos también se paseó por México y Francia. En su siguiente etapa, a partir de los 70, la que suelen llamar de declive, pero yo la considero de adaptación, porque la visión del cine cambió a una más dramática y sensual, tenemos La cera virgen y Antonio y Cleopatra con Charlton Heston, ahí es «ná», a partir de ahí su música, su cupón, sus series, sus ovejitas y su familia, es decir supo envejecer con elegancia. Y yo no he tenido más remedio que cantar mi propia versión de la primera estrofa de la copla Cariño Trianero:
Con la pluma de una gallina
Y la tinta de un calamar,
Yo escribo en esta esquina
A Carmen y a Tina una vez más.