Opinión
Aniversario del Salón Manga de Jerez
Ni corta, ni perezosa, y como el evento lo ameritaba, me hice un 'cosplay', que no un disfraz, del personaje de Bulma de la saga 'Dragon Ball Súper'
El pasado sábado estuve en el XXV Aniversario del Salón Manga de Jerez, como aficionada amateur al género, que no 'otaku' (dícese del aficionado al 'manga', el 'anime' y por extensión a la cultura japonesa), convencí a mi marido de que me acompañara. Bueno, más ... que convencer, tiré de él, como siempre hago cada vez que me meto en cualquier jarana y él me sigue poniendo los ojos en blanco y suspirando resignado, (yo sé que en el fondo le gusta seguirme el ritmo, porque luego tiene con qué meterse conmigo). Así que ni corta, ni perezosa, y como el evento lo ameritaba, me hice un 'cosplay', que no un disfraz, del personaje de Bulma de la saga 'Dragon Ball Súper'. Para aquellos que no sepan la diferencia, un 'cosplay' no es tan solo un disfraz de un personaje, si no la interpretación del mismo, sus gestos, acciones, forma de hablar, etc. De hecho, la palabra 'cosplay' viene de la unión de dos palabras en inglés: 'costume', vestido, indumentaria… y 'playing' interpretar, jugar, actuar…, es como en las agrupaciones carnavalescas cuando hablamos del «tipo» que no solo es el disfraz, sino lo que representa en la agrupación. Y allí que me encajé en la cola a las nueve de la mañana, a la espera de que abrieran a las diez. Lo primero que pude observar de mi última asistencia al evento, hará unos quince años, es que hacía cola con gente que no había nacido por aquél entonces, tal vez me hubiera sentido fuera de lugar, pero no fue así, y que el nivel de la calidad y le interpretación de los 'cosplay' había aumentado. Lo que, sin embargo, no ha cambiado en la cola desde hacer quince años, es la habilidad que tienen algunos de colarse con el pretexto de conocer a alguien en la fila, es decir «el apalancarse» con los colegas en vez irse hacia atrás, engrosando el ancho de la cola en ciertos puntos. Y la impuntualidad a la hora de abrir sus puertas, que fue cerca de quince minutos más tarde, y que por lo que pude averiguar en la misma cola, el año pasado fue igual. No obstante, una vez abiertos, la cola fue bastante rápida. Una vez dentro, todo era igual a como recordaba de otras veces, pero a la vez no era igual, por supuesto han cambiado cosas, como el precio de la entrada, que yo compré en su día a un euro, y que ahora…, pues eso, que no es un euro. Había más calidad en los escenarios y las actividades estaba «más curradas», por decirlo de alguna forma. Contaban con más zonas de videojuegos, con más juegos en la zona de ludoteca, pero sobre todo en la calidad de sus invitados, estando por ejemplo los actores de doblaje de la última película de 'Dragon Ball Súper', 'Súper hero'. Se ampliaron las temáticas, aparte del 'anime', nos encontramos con los 'stands' de 'Star Wars', Marvel y 'Harry Potter', cada uno con sus respectivas actividades y photocalls, de este último quiero destacar a las chicas de la asociación Lion Freaks que vinieron desde León con su «sombrero seleccionador» el cual pusieron a una servidora asignándole la casa de Gryffindor, por supuesto.
No obstante, lo que más me gusta de este evento, y que no ha cambiado a lo largo de los años, es el ambiente tan sano que tiene. La gente va a disfrutar, a ver y dejarse ver y a jugar de buen rollo unos con otros, de hecho yo disfruté muchísimo de bailar la cinta del dragón y de hacerme fotos con la gente. Así que la única pega que me llevo de ese día, aparte de los que se colaron en la cola, fue que mi marido no quiso renovar votos en el punto de bodas manga, es un clásico. ¡Qué le vamos a hacer!
Ver comentarios