Opinión
El adelanto de la Cabalgata de Reyes y sus cosillas
Muchos adultos se ahogan en un vaso de agua en cuanto les cambian el camino marcado, cuando una simple explicación a los niños basta para dejar las cosas tranquilas
Bueno pues ya pasaron las fiestas, cuyo broche final lo puso la tradicional noche de reyes, o al menos en la mayoría de los hogares que no inventan cosas.
El adelanto de la Cabalgata de Reyes para evitar las lluvias ha traído cola en cuanto ... a opiniones varias, entre las positivas que era una buena idea por parte de los ayuntamientos, que no se rompía la ilusión de los niños a la hora de recoger caramelos y participar en los cortejos junto a los reyes y entre las negativas que si llovía el día cinco que se suspendiera y ya está como se hacía antiguamente, también entre las negativas se decía que rompía la ilusión de los niños porque el día de la Cabalgata era la noche en la que venían los reyes y que si se hacía un día antes que ¿cómo iban a dejar un día de por medio a los niños sin regalos?
Esta última pregunta me rechinó los dientes, pensé: ¿En serio no sois capaces de explicar a los niños que la cabalgata se adelanta por la lluvia, pero que el día mágico es al día siguiente? Entonces, como decía el teniente de alcalde del Puerto, cómo lo explicaron en la pandemia cuando se cerraron todas las puertas.
Por eso me pregunto si esos padres son de la generación de cristal, donde las cuitas diarias se convierten en retos de vida que provocan jamacucos, en las que dan soluciones tan absurdas como poner los regalos la madrugada del día cuatro, rompiendo así la tradición del cinco y además creando más confusión entre los niños cuando unos recibían los regalos en un día y otros en otro, además de que el cinco por la mañana los reyes fueron ubicados en distintas instalaciones bajo techo para que lo niños disfrutaran de ellos.
Mi conclusión general es que muchos padres/adultos se ahogan en un vaso de agua en cuanto les cambian el camino marcado, cuando una simple explicación a los niños basta para dejar las cosas tranquilas. Como anécdota el Gaspar guapo de Madrid tiene competencia este año con el Baltasar guapo de Barcelona.
