OPINIÓN
Más papistas que el Papa
Una reivindicación que este humilde carnavalero lleva haciendo desde hace muchos años y que ahora al Papa también le parece oportuna. Una fecha fija para la semana santa y por tanto otra fija para el carnaval
Hasta la fecha de hoy cada Iglesia ha celebrado la Pascua siguiendo su propio calendario. La católica sigue el calendario gregoriano, usado oficialmente en la actualidad por casi todo el mundo y que se llama así porque tomó el nombre de su promotor el papa ... Gregorio XIII, es el más usado salvo por algunas religiones ortodoxas de Rusia y aquella zona que siguen el calendario juliano, que tomó ese nombre del mismo emperador romano Julio Cesar, vigente ya en pocos sitios del orbe.
En la religión católica esta conmemoración se celebra en marzo y en otras ocasiones en abril, porque el domingo de Resurrección siempre ha sido el día siguiente a la primera luna llena posterior al 21 de marzo. Todo esto al parecer está a punto de estallar y crear un cisma en la mente de muchos seguidores de Cristo, porque el Papa Francisco está dispuesto a adaptarse a la fecha que propongan las otras Iglesias para conseguir la unidad añorada desde hace más de mil años. Se ha metido de lleno en unos tratos con el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla (no veas el nombrecito) para que la fecha de Pascua sea en todas las Iglesias la misma. Esto sale a la palestra con motivo del 1700 aniversario del Concilio de Nicea que será el próximo año 2025.
Si esto llegase a suceder, ojalá don Carnal lo quiera, el Domingo de Ramos sería sobre el 13 de abril aproximadamente, lo que implicaría que el miércoles de Ceniza, pasaría a ser sobre el 5 de marzo. El Carnaval depende de la Semana Santa porque el martes de Carnaval se celebra 40 días antes del domingo de Ramos. Se celebraría casi siempre entre el 27 de febrero y el 5 de marzo más o menos. Una fecha prudente y alejada de la otra fiesta grande como es la Navidad.
Una reivindicación que este humilde carnavalero lleva haciendo desde hace muchos años y que ahora al Papa también le parece oportuna. Una fecha fija para la semana santa y por tanto otra fija para el carnaval. Cuando yo la solicitaba había opiniones para todos los gustos. El que me llamaba inculto por desconocer el origen de esa tradición y los que me consideraban un hereje por querer mover una fecha sagrada y mística como la Pascua. Decían que ni el carnaval ni la Pascua tendrían sentido en otras fechas, una porque nació precisamente para hacer de antagonista con la celebración religiosa y la otra porque trasladar la fecha de Resurrección era casi una blasfemia y falta de respeto hacia Dios, su Iglesia y sus creyentes.
Pues bien, a pesar de que al Papa le parezca mejor unificar esta mística celebración para todos los cristianos, habrá por todas partes del mundo y sobre todo en el sur de nuestra España, quien no le parezca pertinente.
Verán como saldrá el capillita andaluz de turno comentando que quién se ha creído ese rojo pontífice para cambiar esa fecha a su antojo, seguro que de joven salía en un cuarteto o que tal vez esté mayor y perdiendo la cabeza. Que eso no puede ser, que su fecha es la que Dios manda. Espero con ansia saber cuál será ahora el argumento con el cual intentará defender lo indefendible.
Entiendo que si lo pide el Papa no pondrán muchas pegas, aunque aquí en Andalucía los tontos de capirote son muy tontos y más papistas que el Papa, ya os contaré.