OPINIÓN
La cuenta atrás
Yo soy más de aquellos a los que le gusta disfrutar de otras cosas diferentes de la vida y de otros tipos de música además de la de carnaval
Una vez que sortean el orden y día de actuación de las agrupaciones para el concurso del Falla no hay manera de ralentizar las horas restantes para el estreno de tu grupo. A partir de ese momento los días transcurren tan rápidos que cuando te ... vienes a dar cuenta solamente queda un mes para la fecha señalada. Aunque en la mente de autores y componentes nos va martilleando continuamente la idea del repertorio pendiente por crear o ensayar, en el fondo todos sabemos que llegaremos en tiempo a nuestro destino, lo que no sabemos es si lo conseguiremos también en forma.
Son muchas circunstancias las que hacen que cada año sea diferente. Hay años que el repertorio lo tienes claro desde el principio, así que componer y escribir resulta más liviano. Otras veces tienes una idea tan enrevesada que se complican mucho los recursos para ir confeccionando la agrupación. Algunas veces también son otros pormenores, ajenos a tu voluntad, los que hacen que el desarrollo de tu idea progrese a un ritmo más cansino. Particularmente he sufrido varios sucesos de ese tipo, enfermedades y pérdidas familiares que durante el transcurso de los ensayos hacen frenar el antes, el durante y el después del devenir del repertorio.
En la mayoría de las agrupaciones siempre se va con un habitual retraso, salvo aquellos grupos y autores que por y para el carnaval tienen una dedicación exclusiva y le ocupan todo el día en ello.
Yo soy más de aquellos a los que le gusta disfrutar de otras cosas diferentes de la vida y de otros tipos de música además de la de carnaval, ya me conocéis. A mí casi siempre me coge el toro. Me encanta sacar coros a mi manera y ahora con mi hija los disfruto de una forma excepcional y diferente, pero el carnaval nunca conseguirá que me convierta en un fanático de nuestra fiesta. Autores y componentes en activo y algún que otro fallecido, son y eran intransigentes con febrero, toman o tomaban esta afición como un dogma y lo confunden y confundían con una pasión.
Se puede ser entusiasta y apasionado por las coplas de Cádiz, pero a mi parecer hay y había algunos tan inmersos en esto del concurso que se transformaban en sectarios y extremistas. El concurso es y era lo primordial y más grande que tienen y tenían en su vida, por lo que en el mes de agosto ya estaba el repertorio casi listo. Sus ensayos transcurren normalmente desde mediados de agosto de lunes a viernes y a partir de octubre incluyen todos los fines de semana. Espero que los grupos infantiles y juveniles no caigan en manos de estos forofos del certamen y que no les cierren la mente a niños y jóvenes para que miren más allá de la frontera musical del carnaval y sobre todo que no le quiten el tiempo de estudio y diversión que requieren a esas edades.
Estos fiebres de la competición, ni peores ni mejores, llevan otra forma de afrontar un concurso donde en sus comienzos, allá por los años cuarenta del siglo pasado, empezara como una afición popular y hobby para sus autores y participantes y que ahora se ha convertido en el modus vivendus de muchos.
Así que a todos los que me preguntáis interesándose por cómo va el coro y cómo llevamos el repertorio, siempre tendrá la misma respuesta, atrasado, es lo que tiene vivir. Felices fiestas.