CARNAVAL
Carrusel de coros
Nos llegan rumores que este año los técnicos de protección civil quieren ser estrictos con las normas de seguridad en el desarrollo de los carruseles
Una vez pasado el concurso y otorgan los premios la mayoría de los que participamos en él estamos deseando salir a la calle para divertirnos. Sin estrés, sin presión ni responsabilidades más allá de la que se comprometa cada grupo.
Sin duda los carruseles son ... el culmen de nuestra carrera, nuestro trabajo fin de grado o TFG que dicen. Una vez allí los coristas nos entregamos a la causa y la mayoría nos vaciamos en cada recorrido. Es nuestro hábitat. «Huele a plaza de abastos», es el mejor piropo que le han echado a mi coro este año.
Los carruseles han sido y serán el santo y seña del carnaval de Cádiz en la calle. ¿O también nos van a quitar ese protagonismo?
Lo primero que preguntan los foráneos al llegar en carnavales es dónde se hacen los carruseles de coros. Esa concentración de grupos cantando alrededor del mercado es una experiencia única. Un espectáculo visual y sonoro que atraviesa todos los sentidos. Desde el olfato, con ese olor a pescaito frito y a erizos, hasta el oído con ese sonido peculiar del trinar de bandurrias. Un espectáculo con más de 600 actores volcados en la ocasión y con una variedad de tipos que dibujan un paisaje estéticamente maravilloso y singular. Cuidemos ese patrimonio. No tiren piedras sobre el coro y mucho menos desprotejan sus carruseles.
Nos llegan rumores que este año los técnicos de protección civil quieren ser estrictos con las normas de seguridad en el desarrollo de los carruseles. En principio esto parece razonable mientras las medidas que se tomen no desvirtúen nuestro mejor evento. Comentan que quieren acotar el paso de las bateas y poner una protección entre los coros y el público. Es como si al recorrido de la Macarena o al de la virgen del Rocío le pusieran vallas de protección entre la gente y los pasos. El público pasaría de las vallas a los cinco minutos. Estamos a la espera de una reunión con los técnicos donde se explicarán dichas pautas.
Los carruseles llevan más de 40 años en funcionamiento y no conozco muchos casos de desgracias personales que hayan ocurrido durante su transcurso. Desmayos, pisotones, estrujamientos, peleas y atascos ocurren como en cualquier evento donde se masifica con la multitud. No seamos más papistas que el papa.
Ya nos quitaron el protagonismo del teatro, no nos quiten también el de la calle.