Opinión
El burro flautista
«La falta de humildad es una de sus principales cualidades y culpan siempre a alguien o a algo externo sus fracasos»
Esta fábula de Tomás de Iriarte narraba cómo un borrico que paseaba tranquilamente se encontró con una flauta olvidada y que por casualidad le insufló un soplido provocando que sonase al entrar el aire por ella. El burro sorprendido pensó que sabía tocar música.
La ... moraleja dice que cuando conseguimos realizar algo por casualidad no nos convierte en expertos. Acertar por suerte en cualquier suceso o negocio no es garantía de capacidad ni de conocimiento en la materia.
Recuerdo que un día fui a jugar al billar con unos amigos por primera vez y cuando me tocó el turno hice una carambola a tres bandas que los dejé a todos perplejos con la boca abierta. Seguí vendiendo mi profesionalidad hasta el siguiente golpe. Efectivamente, luego no hice ni una más.
En nuestras agrupaciones pasa algunas veces lo mismo. Hay autores que por alguna razón un año se les alinean los astros y sacan una buena obra. A partir de ahí no aciertan más, tal vez porque no se encuentren con otra flauta o quizás porque esta vez haya en el camino otros burros tocando unos instrumentos mejor que él.
El éxito del carnaval no es cuestión de suerte, es de trabajo y perseverancia. Son muchos los autores que se escudan en la persecución personal que le hacen los medios y el mundo en general para justificar el nivel de su agrupación cada año. Autores que no reconocen ni valoran la trayectoria de aquellos que se mantienen en la cúspide, o muy cerca de ella, durante más de treinta años. Son esos que les sonó la flauta un año pero que no supieron conservar esa media de calidad que se necesita cada año para que puedan atribuirle el apellido de favoritos. Son las que usan la mitad del repertorio criticando el fallo del jurado, a sus compañeros de modalidad o al periodista de turno Estos autores son reconocibles por el ego que desprenden a su paso y en sus letras chovinistas. La falta de humildad es una de sus principales cualidades y culpan siempre a alguien o a algo externo sus fracasos. Son aquellos que no respetan al rival ni al recorrido de premios y éxitos de los demás porque piensan que los consiguieron a cambio de favores a la mafia siciliana o de tropezarse todos los años con esa flauta, que por desgracia ellos solamente la encontraron una vez.