Mi árbol navideño
Cuando empezamos a decorar un abeto navideño lo hacemos de abajo a arriba, pues eso voy a hacer con mi peculiar arbolito, pero carnavalesco claro está

Como muchos sabéis soy ateo, no creo en la existencia de dioses, pero también soy agnóstico, porque no tengo el conocimiento de la existencia de ellos. Ni creo ni conozco, con lo cual al no ser términos excluyentes pienso que un agnóstico puede ser ateo ... o no y un ateo puede ser agnóstico o no. En mi caso llevo el paquete Premium Platinum. A pesar de ello me encanta la música sacra y en estas fechas especiales por supuesto muero con el oratorio del Mesías de Haendel, el cual tengo la suerte de cantar este próximo sábado día 17 en el gran teatro Falla formando parte de la Coral Universitaria de Cádiz y bajo la dirección de Juan Manuel Madueño.
Si tienen oportunidad no se lo pierdan, es la obra coral más conocida de todos los tiempos y una barbaridad musical. Trabajada con mimo y empeño por más de cien personas donde nos acompañarán como siempre de manera magistral, la orquesta de Álvarez Beigbeder, nuestras amigas e increíbles solistas Lucía Millán y María Ogueta como soprano y alto respectivamente, completando el cuarteto el tenor Diego Morales y Andrés Benito como barítono. Disfrutar de ese oratorio en nuestro mejor teatro y en nuestra ciudad, es todo un lujo, créanme.
La navidad, sus luces, los belenes, las cabalgatas, sus celebraciones y comidas, los regalos, los adornos… Todo eso me gusta. Todo el que venga a mi casa en estas fiestas se encontrará con un arbolito de 30 centímetros y poco más.
Normalmente cuando empezamos a decorar un abeto navideño lo hacemos de abajo a arriba, pues eso voy a hacer con mi peculiar arbolito, pero carnavalesco claro está. En las ramas inferiores pondría a la afición. Sin ellos no sería posible el carnaval, si no hay nadie a quien le guste o apasione, nuestro árbol no tendría un fundamento estable y una razón de existir, aunque haya aficionados sectarios que no ven más allá de su grupo y adorne poco nuestro árbol.
Un poco más arriba sujetaría con unos clics a los componentes de los grupos, sean oficiales o callejeros. Los componentes son el músculo de las agrupaciones. Sus cientos de horas de ensayos y entrega hacen de ellos la masa activa y sostenimiento de una fiesta en la calle y de un concurso en el teatro. En otro peldaño superior de nuestro singular abeto pondremos a directores y encargados de la intendencia y funcionamiento de cada grupo. La dirección, la planificación, la tesorería, la secretaría y todo aquello que no se ve sobre los escenarios pero que hacen carburar todo lo demás.
En las penúltimas ramas engancharemos a los autores que se nos fueron y dejaron su enorme legado particular. Paco Alba, Paco Rosado, Juan Carlos Aragón, Manolín Santander, Enrique Villegas, Pedro Romero, Juanito Poce… Y por supuesto a los actuales.
Nuestros autores son los que dan brillo y matices a nuestro árbol, cada uno con su estilo personal y su manera de interpretar la fiesta.
Los distintos tonos de colores que hacen lucir nuestra imaginaria decoración. Son el espumillón y las guirnaldas que rematan nuestro invento navideño. No podía acabar de adornar nuestro árbol carnavalesco sin ponerle la estrella que corone su cima.
Para los cristianos esa estrella significa la luz que guiaba a los reyes hacia Belén, para mí y en especial para mi coro, me van a permitir que esa estrella, la que más brilla, tenga nombre propio. Cris, nuestra luz.
Feliz Navidad.