Opinión
Suspiros de España
«No vale solo con conocer la historia, hay que transformarla en presente y construir el futuro a partir de ella»
Mañana, 12 de octubre y día de la Virgen del Pilar, los españoles de ambos lados del charco celebramos la fiesta en la que ponemos en valor todo lo que nos une. Sin embargo, este día significa mucho más que una fecha de hermanamiento cultural. ... Debe servir para reflexionar sobre lo que supone ser español, lo que fue nuestra nación en el pasado y su papel decisivo en la historia. De esta forma, comprenderíamos realmente de dónde venimos y ponderaríamos con mejor criterio si el rumbo es el adecuado.
No hay duda de que tener una lengua común, una manera similar de entender la vida e, incluso, una cultura religiosa compartida con una gran mayoría de las personas que viven en el continente americano es algo digno de orgullo, Sin embargo, la historia de España, a pesar de que por desconocimiento o mala fe haya sido manoseada, trasciende más allá tener de ese cordón umbilical con América.
En ocasiones, hemos escuchado una afirmación con la que muchos se llevan las manos a la cabeza: que la Hispanidad es el hito más trascendente de la historia, solo superado por Imperio Romano; momento que, a su vez, es el origen de gran parte de nuestras costumbres y modelo de vida, con el aderezo musulmán que también nos enriqueció y aportó. Sin embargo, siendo objetivos, a esa afirmación, la que incide en la relevancia de la Hispanidad como acontecimiento histórico mundial, no le falta razón. Para darse cuenta de la dimensión de España en ese momento: en un cortísimo espacio de tiempo se fundaban localidades como Veracruz (México), se producía la 'Vuelta al mundo' de Magallanes y ElCano, y el 'real de a ocho', moneda de plata española, se convertía en la principal divisa internacional.
Muchos españoles son conscientes de eso, sin embargo, hay otros que no. En el grupo de los orgullosos patriotas, encontramos a muchos «suspiradores» que se quejan – con razón - de que la 'Leyenda Negra' que ciertos países han construido a lo largo de siglos, ha calado en el mundo civilizado e, incluso, en nuestro país. Una 'Leyenda Negra' que nos acompleja y nos hace pensar que tenemos que pedir perdón, prácticamente, por existir.
Sin embargo, a pesar de esos «suspiros» por lo que fuimos y podríamos ser hoy, nadie le pone el cascabel al gato. Por eso, en estas fechas hay tres cosas que deberíamos hacer para empezar a quitarnos esa losa que pesa sobre nuestra nación, sobre nuestra historia y que nos lastra:
La primera empezar por la base: la educación. El desconocimiento comienza en las escuelas y en la universidad, por el contenido de los libros de texto y por la formación que, habitualmente, se nos imparte.
La segunda, entender la importancia de la cultura y del ocio como catalizadores de información. Los países interesados en que España perdiese su hegemonía utilizaron la invención de la imprenta como herramienta de propaganda para dinamitarnos. Cierto sector de la izquierda española se apoya en esa historia perversa para atacar nuestros valores más esenciales. Los que poseen la verdad en este ámbito deberían entender que la objetividad no está reñida con formas efectivas de comunicar.
La tercera no quedarnos solo en la teoría y en la «contemplación de ombligo», sino empezar a aplicar todo eso para construir una España próspera que evoque a lo que fue. Una España innovadora, que atraiga riqueza, y que sea pionera. Fuimos los «primeros modernos», por lo que deberíamos también tomar la delantera en ser «contemporáneos». Documentales como «España, la primera globalización» son maravillosos, pero no vale solo con conocer la historia, hay que transformarla en presente y construir el futuro a partir de ella.
Mientras que esas tres cosas no vayan de la mano, seguiremos teniendo ese complejo por el que muchos suspiran. Ojalá que esos suspiros de una España dejen de hacer que solo nos lamentemos y pasemos a la acción. De esta forma, a todos nos irá mejor.