Perspectivas
Siempre la Esperanza
Viendo detenidamente lo que significan estas fechas, no es difícil darse cuenta lo importante que es la «esperanza» para nuestro día a día»
Hace una semana, el 18 de diciembre, celebrábamos el día dedicado a la «esperanza», que nos recordaba el anticipo de lo que hoy, noche del 24 al 25 de diciembre celebramos: la Nochebuena. Una noche en la que, más allá de estrechar vínculos personales o ... familiares y de compartir momentos bonitos, el motivo que le da origen en la civilización occidental es el nacimiento de Jesús de Nazaret. Para los cristianos, el Hijo de Dios.
La Navidad es por definición un tiempo en el que la «esperanza» daría paso a la alegría, porque en ella se acaba la espera del «adviento» de ese nacimiento deseado. Sin embargo, incluso esa alegría sigue siendo «esperanza», porque aunque celebremos que el nacimiento ya llegó, lo que trae consigo es algo que no es inmediato.
Viendo detenidamente lo que significan estas fechas, no es difícil darse cuenta lo importante que es la «esperanza» para nuestro día a día. «Siempre la esperanza»: es ella la que hace que nos sintamos vivos y que nos levantemos cada día. No es quien pierde la alegría el que pierde las ganas de seguir viviendo, las pierde quien no encuentra la «esperanza», quien ya no «espera» nada. La felicidad es «esperanza» porque implica que lo que viene nos alegrará. Pero, también, en momentos de tremenda «amargura», quien deja una puerta abierta a la «esperanza», puede levantar el peso que le cae encima, entendiendo que, a veces, el «verde esperanza» puede camuflarse de otros tonos como el «granate o el burdeos».
La «esperanza» mueve al estudiante que desea aprobar o sacar una nota en un examen, al quien siente amor por otra persona y desea algún día formar un hogar con ella, mueve a los padres que cuidan a sus hijos deseándoles el mejor futuro, mueve la vida del que necesita en la enfermedad curarse o a quien se esfuerza para hacerlo lo mejor posible en un empleo que le permita desarrollarse plenamente como persona.
Las fechas que hoy oficialmente empiezan nos recuerdan que «Siempre la Esperanza» estará ahí. Porque desde la alegría hasta el mayor de los dolores o la amargura más profunda, todos son, en el fondo, otras formas de la «esperanza» que ojalá nos inunde estos días.