OPINIÓN
Norte y Sur
Norte y Sur, no deben olvidar nunca qué fue esa época, que cambió nuestra historia para siempre, aunque algunos se empeñen en querer taparlo
Quizá, lo más bonito de la política a nivel nacional sea conocer España en profundidad. Particularmente, para mí en especial, ha sido bonito descubrir el País Vasco, haciendo esa palabra, «Euskádiz» realidad.
He escrito varias veces sobre ese lugar intentando dar una mirada diferente. Sin ... embargo, desgraciadamente, en fechas especiales, es difícil no hacer mención a la lacra del terrorismo de ETA que, originado allí, acabó condicionando el norte y el sur de España.
Esta semana fue una de esas «fechas especiales», cumpliéndose treinta años del asesinato de Gregorio Órdoñez, que un 23 de enero, en un restaurante del Casco Viejo de San Sebastián, fue disparado por la espalda. Con él, comenzó el intento de exterminio de políticos, sobre todo del PP, que marcó la década de los noventa y los comienzos de este siglo. Algunos pensaban que lo de «Goyo» fue algo aislado, por hablar «alto y claro» y porque tenía muchas papeletas de convertirse en alcalde de San Sebastián. Sin embargo, no fue así. A él le siguieron asesinatos sin razón como el de Miguel Ángel Blanco, así como otros fuera del entorno vasco, llegando el terror al sur: a Sevilla con Alberto Jiménez-Becerril o a Málaga con Martín Carpena. Un terror que también afectó al PSOE.
Partido que parece haber perdido la memoria a corto plazo y que quiere que el resto de los españoles también la pierdan, para poder dar todos los privilegios a quienes son los herederos políticos de ese terror, cuya agenda verdadera es favorecer a «sus presos». Partidos que, constantemente, dan lecciones de moral a quienes cuentan sus muertos por la libertad en más de una decena. Por el contrario, la memoria de lo que pasó hace un siglo, pretenden que la tengamos abierta para sus relatos sesgados.
A diferencia de esa visión parcial de la historia, como bien se dice en un reciente documental de Iñaki Arteta sobre Gregorio Ordóñez, lo suyo y lo de muchos «es una historia real». Documental que debería emitirse en todos los colegios y deberíamos ver todos especialmente, los jóvenes, en el País Vasco y en toda España. Y es que, Norte y Sur, no deben olvidar nunca qué fue esa época, que cambió nuestra historia para siempre, aunque algunos se empeñen en querer taparlo.