OPINIÓN

No queda otra

Desde la Cámara de Comercio de Cádiz, aportamos nuestro granito de arena, brindando a nuestros jóvenes un aprendizaje que va más allá de manejar una herramienta de inteligencia artificial

Aún sigo dándole vueltas a una afirmación que se lanzó ayer en la I Feria Talento Joven Cámara Cádiz en el Parador. «La inteligencia artificial puede ser vuestra mejor aliada en la búsqueda de empleo«. Así lo aseguró la experta en relaciones laborales, Triana Yáñez, ... a un grupo de jóvenes en el taller que impartía sobre empleabilidad. Esta experta, graduada en marketing e investigación de mercados, demostró a los chicos y chicas allí presentes cómo la IA puede convertirse en una herramienta fundamental para optimizar currículums y destacar en plataformas como LinkedIn. Los asistentes, en búsqueda de empleo, tomaron nota y prestaron la máxima atención. Y no es para menos ya que la que se avecina es de las que imponen. O al menos eso creo yo. Espero que se hayan ido siendo conscientes de que estamos ante una revolución tecnológica que está transformando no solo la forma de buscar trabajo, sino la propia naturaleza del empleo.

Así se ha puesto de manifiesto también esta semana en el congreso Metafuturo que reúne a líderes y expertos de alcance mundial para analizar y debatir sobre los desafíos que moldearán la sociedad del futuro. En este marco se abordan temas clave como la inteligencia artificial, la sostenibilidad, la economía y la transformación digital.

Uno de los encargados de abrirnos la mente fue Jorge Moscat, director de operaciones de Tuio, quien declaró que desaparecerán ciertas tareas, pero no necesariamente puestos de trabajo ya que «la IA libera capacidad de la organización para que los humanos puedan dedicarse a tareas que aportan valor«, aseguró ante su auditorio. Pero, ¿seguro que estamos preparados?

Según el último Barómetro sobre Inteligencia Artificial y Empleabilidad del Futuro, presentado en Metafuturo por Narciso Michavila, presidente de GAD3, ocho de cada diez estudiantes universitarios ya utilizan la IA, pero menos de un tercio recibe formación adecuada para su uso. Esta brecha entre la realidad tecnológica y la preparación académica es sin duda uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo. Es como el eslogan «La potencia sin control no sirve de nada».

Y es que las cifras abruman. Según el Fondo Monetario Internacional, la IA afectará al 40% de los puestos de trabajo en todo el mundo. En las economías avanzadas, la cifra se eleva hasta el 60%. Pero lejos de ser una amenaza apocalíptica, estos números reflejan una transformación.

La velocidad de esta evolución no tiene precedentes históricos. Si entre la primera y segunda revolución industrial transcurrió casi un siglo, permitiendo a la sociedad adaptarse gradualmente, hoy estamos experimentando múltiples revoluciones tecnológicas en apenas una generación. Los jóvenes que hoy aprenden a optimizar sus currículums con IA serán testigos y protagonistas de cambios que sus abuelos ni siquiera podían imaginar.

Las empresas ya están adaptándose a esta nueva realidad. El caso de Tuio por ejemplo, la primera aseguradora 100% digital en España, es ilustrativo. Su asistente virtual LEIA atiende el 60% de las peticiones de los clientes, permitiendo que el equipo humano se centre en tareas más complejas. Como explica Moscat: «Se abre una carrera de nuevos trabajos. Hay gente que se dedica a supervisar, auditar y mejorar estas herramientas».

La pregunta ya no es si la IA transformará el mercado laboral, sino cómo nos adaptaremos a esta mutación. Los expertos coinciden en que la clave está en la formación continua y en el desarrollo de habilidades que las máquinas no pueden replicar: creatividad, pensamiento crítico, inteligencia emocional y capacidad de adaptación.

Mientras tanto, desde la Cámara de Comercio de Cádiz, aportamos nuestro granito de arena, brindando a nuestros jóvenes un aprendizaje que va más allá de manejar una herramienta de inteligencia artificial. Intentamos que abran los ojos a un mundo donde la única constante será el cambio. En sus manos, y en las de la tecnología que están aprendiendo a dominar, está el futuro del trabajo. Un futuro que, como la propia IA, será tan brillante u oscuro como nosotros decidamos hacerlo. Es cuestión de preparación, esfuerzo y grandes dosis de adaptación.

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