tiros al aire
Ha sido Tomás Nevinson
Pocas cosas hay más difíciles que comprobar que alguien es quien dice ser, empezando por nosotros mismos
Javier Marías murió hace seis meses, pero es imposible dejar de preguntarse si no es suya la historia del agente infiltrado en el movimiento antisistema de Barcelona que sedujo a media docena de mujeres. El caso bien podría ser una nueva entrega de su 'Tomás ... Nevinson'. Cómo no imaginar el perfil que le hubiera abierto el escritor a su último gran personaje en la aplicación OkCupid, el Tinder político que supuestamente utilizó el agente español para conquistar a las jóvenes. Cómo hubiera descrito su casa, su día a día. Sus dilemas. Si consiguió información relevante o no sacó nada en claro de la operación. Si se enamoró de alguna de las mujeres. O de todas. Cómo le ocultó la operación a Berta Isla. Si lo ha vuelto a hacer. No, no lo sabremos nunca.
Cuando Reggie (Audrey Hepburn en 'Charada') le adelanta a su amiga que va a divorciarse de su marido porque ya no se quieren, ésta estalla: «Eso no es razón». Ahí Audrey se sincera: «Con él no hay más que secretos y mentiras. Está ocultándome algo». La cinta es del año 1963, así que no se habían conocido por Tinder. Sus sospechas se confirmaron cuando él muere y la Policía muestra a la viuda un puñado de pasaportes falsos. No sabemos cuándo ratificaron las suyas, si las tuvieron, las activistas de Barcelona, pero tanto en las aplicaciones de ligoteo como en el cine, los bares y las reuniones de sindicalistas antisistema, pocas cosas hay más difíciles que comprobar que alguien es quien dice ser, empezando por nosotros mismos.
Por eso, porque los secretos y las mentiras siempre nos hablan de nuestra parte más humana, en el cine y la literatura las tramas de dobleces, agentes encubiertos y falsedades se exprimen hasta la saciedad. Sobre todo, aderezadas con toques de seducción, que al final, no es sino otro de los escenarios en los que mejor se mueven lo simulado y lo irreal. Con este mix, y quitando una docena de grandes obras –mi voto de series para 'Homeland'– el resto es cinefórmula. Mucho cine B. En la creación la calidad no te la da la historia, que puede ser magnífica, sino quién y cómo te la cuenta. Ese autor que se recrea en lo que pasa y en lo que no. En lo que se conoce y en lo que no. Como hacía Marías.
Por lo que ha trascendido de la denuncia de las mujeres, conocemos la rabia que sienten ahora, conscientes, dicen, de que lo que el agente buscaba en ellas era su mente, la información que manejaban. Como unas Shakiras despechadas, van contra él, contra sus superiores y, en definitiva, contra el Estado, que juega el papel de verdadera esposa en este caso. El guion sigue avanzando y todo es interesante por oscuro, por oculto. De las relaciones a los escenarios, cuanto más indagamos en la historia menos conocemos de ella, por eso atrae tanto. Nada está confirmado por el momento salvo un detalle: ha sido Tomás Nevinson.
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