OPINIÓN

La magia de conectar con las palabras

Un libro puede cambiar nuestra perspectiva sobre un tema, inspirar nuevas ideas o incluso motivar cambios en nuestra vida

La lectura es una de las actividades más íntimas y personales que un ser humano puede experimentar. No se trata solo de descifrar palabras impresas en una página; leer es una travesía emocional que conecta al lector con mundos imaginarios, personajes vibrantes y emociones profundas. ... El sentimiento lector es esa chispa que enciende la imaginación, un lazo invisible que une al individuo con el texto, creando una experiencia única y profundamente personal.

Desde tiempos inmemoriales, las historias han sido una parte esencial de la cultura humana. Los antiguos mitos y leyendas no solo servían para explicar el mundo, sino también para conectar emocionalmente a las personas. Creando identidades comunes, pasados conocidos por la colectividad. Y se convertían en la primera forma de acercar al hombre a un sentimiento lector que no todos podían disfrutar al desconocer el principio básico: leer.

Pero el sentimiento que provocaba la escucha de juglares y bardos es parecida a la que experimenta el lector actual. Puede ser la risa espontánea ante un pasaje humorístico, el nudo en la garganta provocado por una tragedia, o la tensión en los músculos durante una escena de suspenso. Reacciones que demuestran la conexión profunda entre el lector y el texto, una señal de que las palabras impresas han traspasado la barrera del papel para resonar en lo más íntimo del ser.

A través de los libros, tenemos la oportunidad de ponernos en los zapatos de personajes con vidas y experiencias muy distintas a las nuestras. Esta inmersión en mundos ajenos nos permite comprender mejor la complejidad de la condición humana, desarrollando una mayor sensibilidad hacia las emociones y vivencias de los demás. En un mundo cada vez más polarizado, la lectura se convierte en un puente hacia la empatía y la comprensión del otro.

Y también tiene poder transformador. Un libro puede cambiar nuestra perspectiva sobre un tema, inspirar nuevas ideas o incluso motivar cambios en nuestra vida. Las historias de superación personal pueden infundirnos valor y determinación, pero también pueden mostrarnos una puerta que no habíamos soñado, abriéndonos caminos insospechados en nuestro día a día.

La magia de la lectura reside en su capacidad para ofrecer consuelo y compañía. En momentos de soledad o dificultad, los libros pueden ser refugios seguros donde encontrar consuelo y comprensión. Los personajes se convierten en amigos y las historias en compañeras de viaje, recordándonos que no estamos solos en nuestras luchas, como vemos con las grandes sagas que acompañaron nuestra infancia.

Por eso, ahora que comienza la Feria del Libro del Cádiz es momento de recordar que ese sentimiento no debe morir. Es importante trasmitirlo a las nuevas generaciones, como antes nos lo inculcaron a nosotros. Son días de ir a conocer, sin perjuicios ni prejuicios, aquellas propuestas que se ofrecen. Sabiendo que, seguro, no será la mejor feria del libro del mundo pero que es la nuestra y eso la hace única.

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