El mundo está loco, loco, loco

Los locos dieron pronto el salto a la opinión pública, a los consejos de dirección y a la política, y los disparates llegaron envueltos con el aval de los asesores

El risitas.

Yolanda Vallejo

A mediados de los ochenta, la Ley General de Sanidad concluía con el cierre de los institutos frenopáticos -eufemismo muy conseguido para referirse a los manicomios- y el novedoso tratamiento de los enfermos mentales de forma comunitaria, integrándolos en la sociedad. Un planteamiento loable y ... reformista que trajo luces y sombras, y sobre todo, que dio carta de naturaleza a distintas patologías psiquiátricas desde entonces compatibles con cualquier actividad pública o privada, amparándose en los nuevos tratamientos y en la inserción laboral y social de los enfermos. Los locos -entiéndame bien, usted sabe a quiénes me refiero- tomaron las calles y así nos va.

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