Esto es todo, amigos

«Se acabó el Estado de Alarma, se acabó la desescalada, se acabaron las fases y con ellas se acabaron los buenos propósitos y el distanciamiento»

Yolanda Vallejo

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Sigo leyendo ‘El infinito en un junco’, el maravilloso ensayo de Irene Vallejo que se ha convertido, para muchos, en el símbolo de la resistencia durante el confinamiento. Un libro sobre libros, que no habla solo de libros, sino que habla de uno de los ... principios inalterables de la condición humana, esa insoportable levedad del ser, parafraseando a Kundera. Somos y no somos, al mismo tiempo duros y frágiles, como decía la canción ¿recuerda? «Soy como el junco que se dobla, pero siempre sigue en pie». Qué tiempos aquellos los del ‘Resistiré’ en los balcones desde los que veíamos la vida pasar, la vida pasando ante nosotros. Todo pasa, que decía el poeta, pero no todo queda; y hoy, instalados cómodamente en la nueva normalidad, parece que hemos olvidado por completo qué era aquello del Estado de Alarma, y sobre todo, para qué servía, para qué ha servido. Para qué nos ha servido. Ni somos mejores, ni lo pretendemos.

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