EL APUNTE
Y de nuevo, a las urnas
La ciudadanía debe ir a votar con la misma salud democrática y espíritu de convivencia que ha demostrado en anteriores convocatorias
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Cádiz, por su número de habitantes y por su peculiar urbanismo, es una ciudad sin marcadas diferencias ni sociales ni territoriales. De tal suerte, la ciudad es, pese a su carácter de capital, una especie de gran pueblo donde casi todos, de una manera directa ... y, muy especialmente, indirecta, se conocen. Hoy es día de elecciones generales y como en otras ocasiones, desde LAVOZ les sugerimos en nuestro Apunte que se sumen a la fiesta de la democracia. La voluntad popular debe expresarse en las urnas y en libertad, lejos de las algaradas callejeras, de los incidentes interesados y de las coacciones propias de otros tiempos o de otros lugares de España.
Y debe irse a votar con el espíritu de convivencia que ha caracterizado a la población gaditana a lo largo de su historia. Precisamente por ser Cádiz un lugar en donde pueden convivir en la misma familia o en el mismo grupo de amigos sensibilidades muy diversas, deben éstas convivir de igual manera en los colegios electorales. Igual que es posible ver departiendo amigablemente a una apoderada de Vox y a otra de Unidas Podemos en la entrada de un colegio electoral, las ideas no deben estar por encima del espíritu de convivencia y buena voluntad de los gaditanos.
Un día como hoy es un momento ideal para agradecer la labor que llevarán a cabo cerca de 3.000 agentes (entre Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local) para garantizar que el millón de gaditanos que están llamados a las urnas pueda hacerlo con total tranquilidad. Debe ser esto un ejemplo para los 7.328 votantes que se incorporan al censo en esta convocatoria.
En definitiva, desde las 9 horas hasta las 20 de hoy los colegios electorales deben ser el reflejo de lo que somos los gaditanos. Una sociedad participativa, plural y, sobre todo, tolerante con las opiniones que no coincidan con la nuestra. Mañana llegarán los análisis, las alegrías y lamentos de unos sectores y de otros. Pero antes, hay que expresar la voluntad en la urna. No es admisible, como ya sucedió en pasados comicios, movilizarse sólo para protestar cuando no guste el voto del resto de vecinos.