Fernando Sicre
Violencia liberticida
La violencia callejera frente a la democracia parlamentaria, es lo que reivindica Podemos. Politizar el dolor es su estrategia. Inspirar miedo es su táctica
La violencia callejera frente a la democracia parlamentaria, es lo que reivindica Podemos. Politizar el dolor es su estrategia. Inspirar miedo es su táctica. Leo con estupor los acontecimientos venezolanos y escucho al preboste Diosdado Cabellos, suplantando a Pedro ‘Coletas’, será por pelos, incitando al odio, a la violencia, a la insurrección. El otro día dijo de una periodista crítica, «que la azotaría hasta que sangrase». El que transmite candidez, niñato a fin de cuentas, se fotografía con su ídolo el rapero, que decía: «Tus ojos de puta guarra piden bofetón». Sus mensajes son retransmitidos en La Tuerka, a través de la cadena iraní Ispan TV, régimen que ahorca homosexuales, lapida a mujeres violadas a las que califica de adúlteras…O se vanaglorian de su defensa al régimen castrista, que enviaba a campos de concentración a los homosexuales y con cárceles repletas de presos políticos. Por no hablar del régimen bolivariano de Venezuela, execrable por donde se mire y en el que los podemitas, impartieron y compartieron su apoyo ‘intelectual’ para organizar las estrategias y tácticas a seguir para machacar a la población disidente, que hoy representa una mayoría holgada.
Dos días después de las invocaciones a la violencia por Iglesias y en las que precisamente culpó a Felipe González y Cebrián del más que previsible gobierno del PP, ambos fueron víctimas del acoso y demás técnicas fascistas-leninistas-estalinistas, impidiendo el desarrollo normal de una conferencia en la Universidad Autónoma, en el ejercicio de la libertad de expresión y de la libertad de cátedra. Los que hoy manifiestan no ser los organizadores, aunque se congratulan de la existencia del atentado en sí, aduciendo que eso refleja que la democracia está viva, saben mucho de eso, ya que hace años fueron los encargados de impedir en iguales términos, que Rosa Díez ejerciera sus derechos de libertad de expresión y de catedra, también en la Universidad Autónoma.
En Cádiz fuimos testigos de todo ello, el mismo día de la toma de posesión de la actual Corporación. Los antiguos ediles fueron sometidos a acoso y toda clase de vejaciones. Las ansias de revancha, resentimiento y odio, son las que hacen posible esas actitudes. Justificar la violencia ejercida por la sociedad civil contra la clase política es un ejercicio indeseable, ilegal y además absurdo. Si observamos la justificación y los efectos habidos, consecuencia de la II Guerra Mundial, llegaremos a la conclusión que una guerra que terminó con el nazismo y el fascismo, para fortalecer otra ideología, la comunista de la URSS tan mala como aquellas, fue un mal negocio, sobre todo porque finalmente fue derribada sin agresiones. Se desmoronó porque el mal no es eterno. Lo mismo ocurrirá en Cuba y en Venezuela.
Haciendo un ejercicio de memoria 12 años atrás, volvamos a las situaciones de acoso, violencia e intimidación ¿Recuerdan? Cebrián en el meollo de la situación y su acólito Gabilondo como correa de transmisión en las ondas. Primero el ‘Prestige’, luego la Guerra de Irak, luego el atentado... ZP y otros socialistas recogieron las nueces que nunca pensaron poder probar y vaya que sí las probaron durante ocho años, hasta que dejaron el país en bancarrota y desahuciado. ZP transmitió a la «correa de transmisión» finalizada su entrevista en TV 4: «Lo que pasa es que nos conviene que haya tensión».
ZP, Snchz e Iglesias… La izquierda radical y populista. La izquierda y PRISA no perdonaron nunca la emancipación de España por la derecha. Y eso que España es de centro derecha… A las pruebas me remito. Por eso nunca entendí y sigo sin entender lo del gobierno del cambio.