Opinión
Lo que el viento se llevó
Ayer asistimos al Pleno de organización en el Ayuntamiento de Cádiz
Ayer asistimos al Pleno de organización en el Ayuntamiento de Cádiz , aunque la verdad es que no sé si habría que llamarlo más de desorganización por lo que en el mismo se vivió y por lo que reflejan las crónicas de lo ocurrido ... en la junta de portavoces previa.
A la vista de lo que pasó, me da la sensación de que las palabras que el día de la investidura dijera el alcalde han durado poco en el ideario de trabajo del equipo de Gobierno. Si aquel día se le llenó la boca con palabras como cooperación, consenso y otras de esa índole para con el resto de fuerzas políticas, ayer pasó el rodillo de sus trece concejales, con la inestimable colaboración de Mara Rodríguez y los del PSOE, sobre el resto de la oposición.
Ese mismo rodillo, que en la época de Teófila Martínez se criticaba y se denunciaba, por la oposición, y se lo calificaba como instrumento antidemocrático, ayer fue utilizado por los que no eran casta y por sus cooperadores necesarios para dejar sin voz y sin voto al resto de partidos políticos en el seno de las organizaciones municipales. Con esta medida se asegura la izquierda gaditana, «tanto monta, monta tanto Kichi como Mara», el censurar la opinión de los ciudadanos que han votado al resto de las fuerzas políticas en el desarrollo de la ciudad durante el día a día. Es curioso cómo en esta decisión de la izquierda se deja fuera a la segunda fuerza política más votada de la ciudad en beneficio de un Partido Socialista que quedó en tercer lugar y con unos pésimos resultados en comparación con los obtenidos por ese mismo partido en las elecciones europeas que se llevaron a cabo a la par.
Por otro lado, lejos queda la promesa electoral, de nuestro alcalde de acabar con el despilfarro económico en el Ayuntamiento. Le ha durado el tiempo que dura el ganarse una reelección, que diría su amado Sabina. Ya que ayer, durante ese Pleno, se votó la subida de sueldo de concejales y colaboradores. De esta subida, los que salen más favorecidos evidentemente son los concejales del equipo de gobierno que ven incrementada considerablemente su nomina a final de mes, así como la portavoz del grupo municipal socialista al tener dedicación exclusiva. Parece que la época de crisis ha llegado a su fin en nuestras arcas municipales y ya se han paliado las emergencias sociales que hace cuatro años pregonara el Kichi por cuantos canales de televisión estatales quisieran ponerle el micrófono delante.
Con este aumento que ayer llevó al Pleno, el Kichi y su equipo de Gobierno aumentan el coste de la partida dedicada a los grupos municipales recogido en el presupuesto municipal en cerca de 700.000 euros, superando lo que tenía aprobado el último ayuntamiento en el que el Partido Popular estuvo al frente.
A la vista de todo esto, parece que un viento de cuatro años le ha soplado a los de Podemos y, por ende, a los del PSOE en la carita, y se ha llevado de su memoria cuantas promesas electorales se habían hecho acerca del sobrecoste de la Administración pública gaditana. Me da que el día que tomaron posesión de sus cargos algunos lo prometieron mientras agarraba con su mano izquierda la medalla de miembro de la corporación, a lo Scarlett O’Hara y por dentro decían aquello de «pongo a Pablo Iglesias (da igual al que elijan) por testigo que nunca volveré a pasar hambre».