El Apunte
La veteranía tiene que seguir siendo un grado
Los parados mayores de 45 años reclaman su espacio. No son viejos, el talento senior es una ventaja competitiva
En un reciente estudio la fundación Adecco ha reclamado la acción urgente de las administraciones acerca de los parados de más de 45 años. El motivo es que cada vez son más y su regreso al mercado de trabajo se complica por días. Con las cifras del paro rotuladas siempre en rojo, este tipo de desempleados es un colectivo «especialmente vulnerable», advierten. Las empresas optan por gente más joven para ocupar los pocos puestos que ofertan. La realidad es esa. Los números así lo cuentan.
Según los datos facilitados por el Observatorio Argos, departamento estadístico del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) en la provincia de Cádiz existen más 48.000 personas mayores de 45 años que llevan más de doce meses en el paro. De ellos, unos 11.815 cuentan con una educación básica, lo que hace todavía más difícil su reinserción laboral. Los «ya te llamaremos», o «tu perfil no encaja, eres demasiado mayor» comienzan a ser excusas cada vez más fáciles y preocupantes.
Lo advierten desde Cáritas, la asociación que más casos de exclusión social está atendiendo en la actualidad en toda España. Dicen que muchos de esos gritos de auxilio que les llegan son de padres y madres de familia que han pasado de los 50 años y que se ven incapaces de llevar a casa un sueldo porque, desgraciadamente, no les dan una oportunidad. Así no es de extrañar que estos desempleados se sientan los «grandes olvidados». No ven la salida y a medida que pasa el tiempo su angustia crece.
A esta circunstancia se une que Cádiz ha aumentado su índice de envejecimiento en 40 puntos porcentuales durante las dos últimas décadas, por lo que matemáticamente los afectados por esta circunstancia son más.
Aunque existen planes especiales para este sector de desempleados el problema sigue estando ahí. Las administraciones deberían de impulsar con otros planes más efectivos la contratación para los mayores de 45 años. Tendrán que hacer ver a los empresarios que la veteranía no es un defecto sino más bien una virtud. Que el ser senior es una ventaja competitiva porque ya llegan enseñados y encima pueden enseñar a los demás y que ilusión sin duda no les faltará porque saben lo que ha supuesto tener que perderla.
Ver comentarios