Verónica Sánchez Moreno
Tu nombre como profecía en medio de la pandemia
El año en que tú naciste, Víctor, no hubo Semana Santa, los colegios y los parques estaban vacíos, no podíamos salir a la calle, mucha gente nos dejó
Víctor. Decidimos llamarte así en honor a la mayor gesta naval de la historia. Verás, hijo mío. Hace casi 500 años, el 6 de septiembre de 1522, una nave capitaneada por Juan Sebastián de Elcano , con 18 hombres a bordo, llegaba a Sanlúcar ... de Barrameda tras haber completado la primera vuelta al mundo . Tres años de viaje, más de 220 vidas perdidas por el camino, para lograr un hito que cambió la Humanidad. Esa nave tenía el nombre de ‘Victoria’ . Y por eso tú te llamas así.
Quién nos iba a decir a papá y a mí hace meses, cuando determinamos tu nombre, que éste iba a ser premonición. Llegaste al mundo el 2 de abril. En mitad de una pandemia mundial , con España en Estado de Alarma desde casi tres semanas antes. Solos, tu padre y yo. Porque las visitas están prohibidas y aún tus abuelos, tus tíos, nuestros amigos, no han podido conocerte. Fue en el hospital San Rafael, al lado del Gran Teatro Falla . «Eras casi nada cuando yo te vi por primera vez», entonaba papá. Y entonces entendí que yo, la madrileña que llegó a Cádiz hace casi ocho años, había dado a luz a un gaditano marinero y carnavalero , y el pecho se me llenó de orgullo.
No pudimos asomarnos a la Caleta. No ha habido aún paseos por la playa, ni fiesta de bienvenida, ni besos de la familia, ni abrazos de los seres queridos. Pero intentamos suplirlos con videollamadas, muchas fotos y vídeos que les mandamos cada día.
Aquí, en nuestra casa, hijo mío, pase lo que pase fuera, lo que no falta es amor. El mismo amor con el que te concebimos y que ha marcado el rumbo de los pasos de tus padres desde que decidieron compartir sus destinos. Vivimos el día a día . Y tu sonrisa nos da fuerzas. Hace tiempo que decidimos no pensar en cuando todo esto acabe. Pero sabemos que ese día llegará. Que venceremos.
¿Y sabes por qué? Porque cada día en primera línea de batalla están sanitarios, militares, policías, guardias civiles, bomberos, farmaceúticos, transportistas, limpiadores, vigilantes de seguridad, dependientes y muchos otros que se baten contra el terrible enemigo. Coronavirus se llama, o Covid-19 , lo estudiarás en tus libros de texto. El resto permanecemos en las trincheras, nuestras casas, poniendo nuestro grano de arena para ganar la guerra.
Cuando seas mayor te lo contaremos. El año en que tú naciste, Víctor, no hubo Semana Santa , los colegios y los parques estaban vacíos, no podíamos salir a la calle, mucha gente nos dejó. Aprendimos y comprendimos qué era lo importante. Y cuando todo acabó nos dimos los besos y los abrazos más grandes de nuestra vida. Tu nombre sonó como profecía en plena oscuridad .
Nota: Una mano que coge la tuya cuando hace falta, una sonrisa reflejada en los ojos detrás de la mascarilla, que logra que el miedo se disipe. Gracias a todo el equipo del doctor Julio Sancho que nos atendió en San Rafael cuando Víctor llegó al mundo. Fuisteis ángeles.
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