Adolfo Vigo

Váyanse a hacer puñetas

Así podríamos despedir a más de uno de los que posan sus dignísimas posaderas en los asientos del Congreso de los Diputados sin atender a las necesidades del pueblo español

Adolfo Vigo

Váyanse a hacer puñetas, Señorías», que podría haber dicho José Luis López Vázquez en alguna película de los años setenta. Así podríamos despedir a más de uno de los que posan sus dignísimas posaderas en los asientos del Congreso de los Diputados sin atender a las necesidades del pueblo español.

Váyanse a hacer puñetas, con los debidos respetos, porque el país no necesita que sus señorías se rían más de nosotros con el jueguecito de los apoyos, pactos y otros menesteres en los que se escudan para evitar que el país consiga tener un gobierno, sea del signo que sea, que tome las riendas del mismo.

Váyanse a hacer puñetas, todos aquellos que pretende conseguir sus cincos minutos de gloria haciendo el paseíllo por Zarzuela, inmortalizando su visita a Su Majestad, Felipe VI, y, en la posterior rueda de prensa, dar la sensación de tener la piedra Rosetta para descifrar los jeroglíficos de los posibles pactos o alianzas, teniendo algunos únicamente un diputado, pero creyendo encontrarse en la quilla del Titanic mientras gritan a todos aquellos que le quieren escuchar que son los reyes del mundo, o en este caso, del hemiciclo.

Váyanse a hacer puñetas sus ‘progres’ señorías que pretenden dar lecciones de democracia en el Congreso pero que después apoyan a dictadores demócratas que maltratan a su pueblo con pretendidas democracias autoritarias dejando morir en pequeñas celdas de prisiones abandonadas las leyes democráticas que un día el pueblo aceptó.

Váyanse a hacer puñetas todos aquellos que solo ven en su escaño del Congreso un trampolín hacia otros fines más sustanciosos para sus arcas personales. Esos mismos que muestran no tener el más mínimo respeto hacia los votantes que en su día pusieron la confianza en ellos. Confianza que pesa menos que los beneficios que alguno pretende sacar mientras calientan el skay del asiento del escaño, o en su defecto, a la finalización del mandato.

Váyanse a hacer puñetas, estimadas señorías. Y es que la calor que está cayendo en nuestro país aún se nos hace más pesada al ver que lo que debiera de ser una labor de entendimiento, como políticos que son, se está convirtiendo en el culebrón del verano. Y es que parece que estamos presenciando los episodios de lo que podría ser alguna de aquellas telenovelas que durante años amenizó durante muchas tardes la sobremesa española.

Váyanse a hacer puñetas, mis ilustrísimas señorías, porque al final las instituciones del Estado están terminando por ser un plato de ‘Sálvame Deluxe’ en el que cada uno pretende destapar las presuntas vergüenzas ajenas. Espectáculo deplorable el que algunos escenifican en cada comparecencia pública ante los medios al dejar ver que sus egos personales no les dejan ver los intereses de los españoles. Y es que a algunos el balón no les deja ver la canasta al final de la cancha.

Y, por supuesto, váyanse a hacer puñetas todas aquellas señorías que con sus filias, fobias y complejos de superhéroes ‘vitaminizados’ y ‘mineralizados’, cuales ‘Súper Ratones’, y que van de salvapatrias, nos están llevando a la deriva de tener que volver a celebrar unas terceras elecciones en un país en el que lo que menos se necesita es esta situación de inseguridad, haciéndonos perder un tiempo más que precioso para la necesaria recuperación económica y social que es para lo que al final se les ha escogido.

Váyanse todos a hacer puñetas, dicho esto sin la más mínima acritud...

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