Cádiz
La universidad y los méritos
Conviene recordar que el proyecto de Valcárcel sólo puede pagarlo la Junta. Es muy fácil colgarse medallas con el trabajo ajeno
El Ayuntamiento de Cádiz ha basado casi todos sus escasos logros de gestión en los últimos cinco años en la colaboración con la Universidad de Cádiz. Así lo hizo con el acuerdo para permutar el Rectorado, ubicado en la calle Ancha, y el Centro Cultural ... Reina Sofía, en la Alameda. Fue un mal negocio para la ciudad que el alcalde gaditano quiso disfrazar de triunfo.
A priori podría parecer una muy buena idea, ya que Cádiz seguiría avanzando en su intención de volver a ser una ciudad universitaria. Pero el precio que tuvo que pagar por ello fue demasiado alto. Pero ya es tarde y conviene no llorar por la leche derramada.
Más oportuno y conveniente parece denunciar que el Gobierno local pretenda repetir la jugada para rentabilizar políticamente el regreso de la Facultad de Educación a Valcárcel, a Cádiz, a La Viña. Esa gestión tampoco depende de las cuentas y los proyectos municipales. Es la Junta de Andalucía la que debe poner el dinero pero el Ayuntamiento pretende presentarlo como un proyecto propio.
Además, denuncia que otras administraciones han retrasado este plan cuando el propio Gobierno local no ha cerrado toda la tramitación previa necesaria. De hecho, prevé hacerlo en el Pleno de esta semana. En las próximas horas, todos los partidos con representación en el Ayuntamiento deberán posicionarse de forma clara y rotunda sobre si apoyan o no esta operación urbanística de tanta importancia para la ciudad. Pero nadie debe olvidar que el paso definitivo, el peso económico, lo lleva la Junta de Andalucía y es muy fácil disparar con pólvora del rey.
El anterior rector de la Universidad de Cádiz, Eduardo González Mazo, tuvo durante sus ocho años de mandato un papel primordial para el crecimiento de Cádiz como ciudad. Fue casi un alcalde en la sombra por impulsar proyectos necesarios para la denostada capital gaditana. El mencionado Rectorado, el colegio mayor y Olivillo fueron algunos ejemplos.
Ahora se puede, se debe, repetir la jugada con Valcárcel pero sin olvidar que la UCA tiene varios campus, que la Junta tiene muchas universidades a las que asistir y que la financiación es la clave. Si lo que se quiere conseguir es dar vida académica a una ciudad que envejece, ideas nuevas que den luz y abran puertas, conviene tener en cuenta quién puede hacerlo, para no confundir a los ciudadanos con los que quieren medallas políticas para ganar elecciones.