OPINIÓN
Tres veces el drama eterno
Las cifras de la inmigración en 2017 muestran que la tragedia está más presente que nunca
Hace muchos años que sucede pero eso nunca debería anestesiarnos porque –lo dicen los expertos y, sobre todo, los números– la tragedia crece . El año pasado, sin ir más atrás, se triplicó el número de personas que trató de entrar en España por desesperación a través del Estrecho de Gibraltar y, por tanto, la provincia. Así, los gaditanos tienen la sensación de vivir en primera línea de una batalla eterna y dramática.
Por la zona del mundo en la que nacimos o vivimos, los habitantes de esta tierra, hace mucho que ven llegar la desesperación a sus orillas, incluso en las playas se mezcla el disfrute de unos que toman el sol para relajarse con la desesperación de otros que huyen de la muerte, la guerra, el miedo . Aunque durante los últimos años ese fenómeno se ha generalizado en otras costas –en las de Grecia, sobre todo en las de Italia que reciben más migrantes que España– la alarma se ha quedado encendida durante semanas, meses, ya durante todo el año.
La intercepción de inmigrantes ilegales en aguas del Estrecho, en las célebres pateras, e incluso en barcas hinchables de juguete , hace más de dos décadas que ofrece un trágico recuento diario, al menos entre marzo y octubre, cuando los que se juegan la vida se animan con la teórica e incierta bonanza climática. Ayer, sin ir más lejos, cinco personas fueron rescatadas del mar. Una de ellas, con una crisis cardiorrespiratoria que le costó la vida unos momentos después.
Tras unos años (la primera mitad de esta década) en los que se habló de un incremento de hasta el 300% (con la célebre avalancha en Tarifa estival propiciada por Marruecos), los expertos, las asociaciones y los profesionales dijeron que la vía del Estrecho perdía protagonismo. Al parecer, pasó a ser considerada demasiado vigilada, «quemada», muy arriesgada, difícil y cara.
Además, el infernal conflicto sirio buscaba salidas más cercanas para sus víctimas por pasillos del Mediterráneo Oriental, justo en la vertiente opuesta al Estrecho de Gibraltar. Pero esa situación no debe confundir a nadie. El año 2017 demuestra que el drama sigue pasando por el Estrecho y por triplicado. Seguirá precisando ayuda y solidaridad, rescate y vigilancia. Será necesario mantener el trabajo.
El primero es el de salvar vidas . El segundo es garantizar sus derecho s y el tercero es dignificar la situación de los inmigrantes . Una vez salvadas estas prioridades, es preciso recordar que la solución definitiva a esta lacra delictiva necesita de cooperación internacional, de política internacional con mayúsculas y trabajo diplomático en ambas orillas.