Adolfo Vigo - Opinión

A las tres en Santa Cruz

A todos los que nos gusta la Semana Santa alguna vez hemos ido a ver la recogida del Perdón después de toda una noche en la calle

Como si de un chiste malo con los que Antonio Vela nos castiga cada mañana en su facebook, la Hermandad del Perdón ha recibido el decreto del Consejo Local por el que le imponen estar a las 2:55 con su Cruz de guía en la puerta de la Seo gaditana. De esta forma, acabarán con la tradición de esta Hermandad, integrándola incluso en su Reglamento de Régimen Interno, de salir de su sede canónica a las tres de la mañana. Esta imposición les obliga a salir de Santa Cruz a poco más de las dos de la mañana, perdiendo de esta forma la Corporación parte de su historia de la que tan orgullosos se encontraban sus hermanos. Y es que, aunque para algunos parezca una tontería, sus hermanos se encontraban orgullosos de no haber cambiado nunca su horario de salida, habiéndose ganado ser la Hermandad de la madrugada gaditana por excelencia.

A todos los que nos gusta la Semana Santa, e incluso por simple curiosidad, alguna vez hemos ido a ver la recogida del Perdón en la mañana del Viernes Santo, después de toda una noche en la calle. En mi caso, me gustaba ver a la Hermandad en la plaza de San Francisco, contemplar cómo las filas de nazarenos (y digo bien, porque así aparecen designados en el Régimen interno de la Hermandad) con sus capirotes y capas azules se alejaban, acompañados por los dos imponentes pasos, bajando la calle San Francisco mientras iba despuntando el sol en el horizonte gaditano. Ya esas estampas se irán perdiendo por culpa de una imposición que mira más por los intereses económicos, es decir, de los que se sientan en su silla en carrera oficial, que en la propia idiosincrasia de las Hermandades de nuestra ciudad.

Dicho esto, lo que le está ocurriendo a la Hermandad del Perdón y a la de Las Penas, no nos olvidemos del cambio obligado que ha sufrido esta Corporación en su recorrido del Domingo de Ramos, es pura anécdota en comparación con lo que puede venir a partir de ahora. En su día, con la obligación a las Hermandades de realizar unos nuevos estatutos acordes a la nueva normativa diocesana, estos se equipararon, vaciándolos de contenido, y obligando a todas las Hermandades a tener unos Estatutos más que parecidos. En éstos, lo que únicamente se regulaban eran unos puntos básicos para el día a día de la asociación, relegando puntos más que importantes de la vida de la Hermandad a su Reglamento de Régimen interno. En éste se podían incluir aspectos relativos a historia, títulos, disciplina y sanciones, etc…, y también el día de salida, e incluso como en el caso del Perdón, la hora de inicio de su salida procesional. Pues bien, a la vista de lo acontecido, a partir de ahora cualquier asunto relativo a una Hermandad que no se encuentre en sus Estatutos, sino en su Régimen interno, podrá ser anulado y reinterpretado, o, simplemente, regulado de nuevo mediante un decreto de la calle Cobos.

Esto lo único que hace, y es ahí donde el resto de hermandades deberían de pensar, es crear una inseguridad jurídica a la hora de que una Corporación quiera hacer valer sus derechos, ya que al final se verá con el hecho de que desde otro órgano se podrá anular lo decidido en un cabildo por los hermanos para regular su institución, imponiéndose la voluntad de los que en ese momento conformen la Permanente del Consejo Local.

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