EL APUNTE
La tregua de los incendios
La naturaleza ha vivido un verano tranquilo en la provincia pero la falta de lluvias aconseja estar en guardia para el futuro
El verano está lleno de plagas y olas , de sobresaltos. Suelen aparecer las de mosquitos, las de medusas (carabelas portuguesas tocó este año) y las de calor, que en la provincia de Cádiz ha sido más bien poco en este 2019.
Tampoco son ... infrecuentes las canciones que parecen pandemias aunque desgraciadamente este año hay muy poco que bromear con las alertas sanitarias que se han llevado por delante vidas, embarazos y, en último término, cientos de puestos de trabajo. Dentro de los tópicos informativos ya superados, además de los incendios forestales y las operaciones de salida en tráfico , se empiezan a hacer familiares los balances del estío a punto de terminar.
En el caso de las llamas, ha sido afortunadamente positivo . Se trata, dicen los responsables administrativos, de uno de los veranos más tranquilos en muchos años. Aún no hay que bajar la guardia porque la innegable crisis climática y la escasez de lluvias durante el pasado invierno hacen posible algún susto en los últimos días de la temporada. El Plan Infoca para la prevención y extinción de incendios forestales que está cerca de concluir mantiene cierto nivel de alarma hasta el último minuto, a modo de mensaje preventivo.
La temporada considerada de incendios por los expertos comenzó el pasado 1 de junio, cuando se activó la campaña de extinción de incendios. El mayor susto se produjo en los pinares de Roche, en Conil, donde fue preciso asistir a 26 familias esta misma semana y en el siempre castigado Campo de Gibraltar. Las barbacoas, las quemas agrícolas y el paso de vehículos a motor por espacios forestales y zonas de influencia forestal no han tenido esta vez funestas consecuencias.
Con todo, los responsables de la Junta admiten que vendrán otros años muy duros por el estrés hídrico de la masa forestal andaluza. Traducido: la tierra y la flora están secos. Son más vulnerables . Aunque haya sido un verano tranquilo, las administraciones públicas llevan años tratando de reforzar dotaciones de personal y material, como demuestra que en este año se haya contado con drones y dos nuevos helicópteros. Con todo, pese al buen verano, sería buena idea no bajar la guardia. Vendrán estíos complicados, dramáticos, más pronto que tarde.