Torrot, otra decepción
El Velocípedo se construirá en Cataluña y el sector industrial de la Bahía suma pesimismo a su futuro
Después de unos largos meses de alivio marcados por las empresas aeronáuticas y el incremento de encargos para las factorías navales de la Bahía de Cádiz, las malas noticias vuelven a llenar el cajón de la industria gaditana , lastrada desde hace décadas por ... un fondo de pesimismo que nunca parece evaporarse completamente.
El sector industrial de la comarca parecía en vías de recuperarse en los últimos años de la década anterior. Con los diques de Navantia a pleno rendimiento durante muchos años y con el sector aeronáutico estabilizado pese a las turbulencias del mercado, quedaban los complementos que devolvieran la robustez a un apartado esencial de la economía, muy dañado durante la última década del siglo pasado y la primera del presente. Ahora, esa sensación se disipa. La crisis de Boeing arrastra a Airbus y a las auxiliares , lo que ya ha provocado los primeros anuncios de despidos. Lo peor es que se temen muchos más.
Como colofón a unas semanas negras, o gris oscuro, uno de los complementos a esa recuperación industrial también se cae. El proyecto que Torrot anunciara y firmara hace algo más de dos años debía ser uno de esos valores añadidos que sumara empleo, actividad y esperanza. Su intención de invertir en Cádiz para fabricar un nuevo modelo de motocicleta eléctrica y la adjudicación de las obras de la antigua factoría de Altadis parecían los últimos pasos para poner en pie un proyecto que, más por simbolismo que por cifras, podía ser un pequeño hito en la industria de la Bahía de Cádiz, un feliz remate a la recuperación de astilleros y factorías de equipamientos para aeronaves. De sus paredes iba a salir el Velocípedo, una moto de 125 centímetros cúbicos que funcionaría con baterías eléctricas y que cada vez parece encontrar más mercado en muchas ciudades españolas, europeas y de todo el mundo gracias a las nuevas fórmulas de alquiler, por ejemplo.
Durante los dos últimos años, las noticias sobre la inversión gaditana de Torrot se habían sucedido hasta parecer una propuesta firme que podría propiciar decenas de puestos de trabajo estables, en condiciones lejanas a la precariedad. La gran virtud del sector industrial respecto a otros es que a los empleos que crea se les supone mayores niveles de estabilidad y retribución. Sin embargo, esa inversión se irá a Gerona. Tras muchos anuncios rimbombantes y algunas dudas posteriores, el final de este proyecto ha sido igualmente decepcionante .
