La tibieza del alcalde

Ahora son otros políticos de otro partido los que se enfrentan a una situación peliaguda y en la que no podemos dejar que se «pongan de perfil» y que dejen pasar el tiempo para que el olvido tape las declaraciones de sus compañeros en Madrid.

Desde Podemos a nivel nacional, véase Pablo Iglesias, Echenique y otros pesos pesados, han alzado la voz para que se le deje de vender armamento a Arabia Saudita tras lo ocurrido con el periodista Khashoggi. Estos escudándose en lo decidido por Angela Merkel, estos políticos van a solicitar que el Congreso de Diputados apruebe el veto a la venta de material armamentístico, por parte de España, al ejército saudí. ¿Y en que nos afecta eso? Pues que entre esos productos están las corbetas y demás barcos que los astilleros de la bahía de Cádiz están realizando para ese país.

No es el primer intento que desde Podemos han realizado para evitar que se haga efectivo el contrato que une a nuestro país con el de Oriente Medio pero si es cierto que es en el que han ido más allá. Ante esto, entiendo que tanto nuestro alcalde, José María González, y la parlamentaria andaluza, Teresa Rodríguez, tan ligada a nuestra provincia hasta que ha dado la ‘espantá’ a la de Málaga, deberían de dar la cara y posicionarse, bien con sus dirigentes de Madrid, bien con los trabajadores de la bahía.

La solicitud de Podemos de dejar de vender estos barcos a los árabes tendría un efecto devastador para los trabajadores de los astilleros gaditanos. Se verían afectado más de seis mil trabajadores de nuestra provincia. Más de seis mil familias que verían como el pan de cada día estaría en juego por una decisión tomada por esos políticos de la izquierda española y a los que se le llena la boca diciendo que están para defender a los trabajadores de nuestro país.

Y, mientras tanto, en San Juan de Dios se critica la decisión de la canciller alemana pero se pasa de puntilla por la propuesta de su partido en Madrid de suspender relaciones comerciales con el país de Oriente Medio. De momento, el alcalde, que no se ha pronunciado ante este grave problema, pretende dar la callada por respuesta y no posicionarse para no molestar a sus superiores en Madrid ni ponerse en contra a los “currelantes” de la bahía, como dijo en aquel Pleno la concejala.

Está claro que, siendo el máximo representante del pueblo, no se puede estar con tibiezas a la hora de defender el trabajo de los gaditanos. O se está con el pueblo o se está en contra, y si no se es capaz de entender eso y de luchar en los despachos, y no megáfono en mano, por el trabajo de Astilleros, lo que se debe de hacer es dejar el cargo.