Cádiz me rejuvenece
Ya hace algunos años escribí en este mismo medio de comunicación mi opinión acerca de todos aquellos proyectos que recorrieron nuestros círculos sociales en aquellos momentos sobre el Bicentenario de las Cortes. De todos ellos solo uno llegó a tiempo, el soterramiento de la vía ... férrea, que partía la ciudad en dos. Este proyecto, a mi juicio, llegó a buen término por la intervención decidida de la alcaldesa, que fue capaz de movilizar a todas las administraciones para conseguirlo, siendo el mayor logro urbanístico de nuestra ciudad.
Todo lo demás –Ciudad de la Justicia, hospital, recuperación de solares sin uso, Gobierno Militar, Radio Juventud…–, quedó en nada, en el limbo que yo denominaba patrocinio de LEGO. Después prácticamente solo se ha conseguido la finalización del segundo puente, inaugurado en 2.015, de aquella manera y ante la inminencia de unas elecciones.
Temas importantes que pienso nos quedan por llevar a efecto, y que me parecen de enorme importancia: en infraestructuras la Ciudad de la Justicia, el nuevo hospital, el tranvía, la utilización de los solares sin uso de la ciudad…
En cuanto a desarrollo turístico: los hoteles en Puerto América, la estación, el estadio o la privatización de la Residencia del Tiempo Libre que ya está en marcha. En cuanto a los centros universitarios, como Náutica, Ciencias de la Educación o Ingeniería, se han ido. ¿Volverán?
En el camino nos hemos dejado, por ahora, el Museo del Carnaval… ¿llegará? o el Tesoro de la Mercedes (el ministro no era de aquí …)
Ahora con una idea que a mí me parece muy buena, se pretende ir descentralizando toda la maquinaria del Estado dando así relevancia a otras ciudades y regiones. Para conseguirlo será preciso que todas y todos nos demos cuenta de que esto no es una guerra contra la nueva defensora de unidad de la Madre Patria –que no se sabe por quien y con que intereses está ocupando ese puesto– sino que no tiene mucho sentido que instituciones dedicadas a estudiar la Vulcanología o o los Océanos estén ubicados en Madrid. Y para eso creo que existen unas razones muy fáciles de explicar y entender. No vamos a ser los primeros en hablar de la vertebración de España. En primer lugar esa tradición centralista asigna mejores medios, condiciones de trabajo y prestigio a todas y todos los que trabajan en la Capital –‘tú eres de provincias’, el poder de los lobbys está aquí)
A mi juicio ocurriría lo mismo que en muchos deportes, si todos los partidos los jugamos en ‘mi casa’. La idea de descentralizar me parece que suena a vertebrar una nueva manera de ver el Estado: más cercana, favoreciendo que deje de existir una España vaciada y facilitando el desarrollo social y económico más equilibrado de las mismas.
En esta situación está el Tribunal Constitucional (unos catedráticos de la zona murciana incluso proponen Cádiz como sede). Deberíamos pelear, ciudadanos y administraciones, por que se instale aquí. Parece que, siendo Cádiz la cuna de la Primera Constitución merece ser reconocida como tal tanto a nivel nacional como internacional.
Por último, terminar con lo que ha supuesto para mí el cambio de Corporación. Me parece, como a tantos otros, que por ahora –como buen gaditano puedo exagerar– se ha quedado en tres aportaciones.
La primera es que ha habido más discusiones y propuestas en los juzgados que en el Salón de Plenos. La segunda, que hemos modificado el callejero de la ciudad, no sin cierta variedad en las formas –Pleno, encuestas cuando menos extrañas, grupos de expertos…–. Y por último, hemos logrado reinventar las Fiestas Típicas. A mí esto me hace ‘mucha ilusión’ porque yo empecé con mi mujer justo después de las Fiestas Típicas del 71, que creo que finalizaron a finales de Mayo. Ya solo nos faltará volver a engrandecer el Trofeo Carranza y me parecerá que rejuvenezco.