La Voz - EL APUNTE

Sombras de un concierto de verano

La polémica por la acampada del Festival Cabo de Plata, en Barbate, revela descoordinación de las administraciones

El alcalde de Barbate, el andalucista Miguel Molina, ha tirado por la calle de en medio a la hora de aprobar un macroconcierto junto al Parque Natural de la Breña. Las ganas de promoción turística de su pueblo y el interés por generar empleo en la zona le han llevado a tomar de manera unilateral una decisión que necesitaba de alguna opinión más. Molina se escuda en que la competencia es netamente municipal, pero la concentración de 30.000 personas en el entorno de un espacio verde protegido es también una competencia en la que están obligadas a participar otras administraciones. De hecho, la presidenta de la Junta, Susana Díaz, ha recordado que la normativa de prevención de incendios establece que en los montes de titularidad privada –como es el caso del recinto elegido– se prohíbe acampar en las épocas de peligro medio y alto de incendio fuera de las áreas especialmente acondicionadas para ello. Por su parte, desde la Subdelegación de Gobierno también se ha llamado la atención ante una situación que puede derivar en problemas de seguridad. Desde luego, las lamentaciones de la Junta y de la Subdelegación llegan demasiado tarde. El concierto está en marcha y el público ha comenzado la acampada. De nada han valido las denuncias de los ecologistas, ya que la propia Justicia ha optado por utilizar el sentido común y descartar cualquier acción de desalojo por parte de las Fuerzas de Seguridad del Estado. La intervención de la Guardia Civil a estas alturas sería contraproducente y provocaría, quizás, mayor estado de inseguridad en el recinto. La situación nos lleva a advertir una falta grave de coordinación entre las administraciones públicas que han decidido intervenir cuando ya todo estaba rodando y era imposible de parar. El alcalde asegura que las medidas de seguridad y protección están tomadas y no habrá problema. Confiemos en que el concierto y la acampada se desarrollen con normalidad, de lo contrario habrá que buscar a su responsable. Resulta chocante que Barbate, que cuanta con una población de unos 20.000 habitantes, albergue en sus inmediaciones un acto que casi dobla a su población. El alcalde, lejos de reconocer un error, justifica su decisión y la compara con el Premio de Motociclismo que se desarrolla en Jerez.

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