OPINIÓN

Siglas

Pedro Salinas se refería, allá por los años 40, al 'siglo de las siglas' cuando aún no se habían inventado los dispositivos móviles

Hace unos años se descubrió la tumba de Cervantes gracias a una lápida con las letras MC en el convento de las Trinitarias de Madrid. Ahora, en plena Semana Santa, todos nos sentimos familiarizados con el acrónimo latino SPQR de las procesiones.

Y, ya que ... estamos en período electoral, a nadie se le escapa el significado de las siglas de los partidos políticos. Todo ello viene a demostrar que las abreviaturas, las siglas y los acrónimos se han usado desde siempre como una manera de economizar en el lenguaje y facilitar la comprensión del mensaje. Lo que no quita para comprobar que, en los últimos tiempos, estemos asistiendo a una auténtica invasión de siglas que no siempre contribuye a que nos enteremos de lo que nos tenemos que enterar. Pedro Salinas se refería, allá por los años 40, al 'siglo de las siglas' cuando aún no se habían inventado los dispositivos móviles de comunicación que han revolucionado nuestro lenguaje y nuestra manera de relacionarnos. Era un tiempo en el que, sobre todo en los periódicos, se citaba una organización, seguida entre paréntesis de sus siglas, para después referirse a ella sin necesidad de tener que repetir el nombre completo.

Muchos de esos acrónimos y combinaciones de siglas adquirieron vida propia, caso de términos como RENFE, ovni o USA, sin que el hecho de que las siglas correspondiesen a términos españoles o extranjeros afectase a su comprensión. Pero la cosa ha evolucionado de tal manera que hoy día existen textos en los que las siglas ocupan tal cantidad de espacio que es necesario disponer de un glosario anexo para no perderse. Las siglas ya forman parte constante de nuestros códigos de comunicación y hay que reconocer que muchas de ellas logran hacer más asequible y comprensible lo que, en principio y para el común de los mortales, resulta absolutamente ininteligible como, por ejemplo, el uso de láser en lugar de Light Amplification by Stimulated Emission of Radiation. En un mundo cada vez más complejo y rápido, las abreviaturas entran dentro de lo cotidiano y no es infrecuente que, en muchos casos, nos tengamos que servir del contexto en el que se usan o valernos de las coordenadas geográficas en las que se utilizan para aclararnos con sus significados.

Por ejemplo, para un astrónomo, y salvo que tenga hijos en edad escolar, la ESO no tiene nada que ver con la Enseñanza Secundaria Obligatoria; dependerá también del contexto saber si, cuando decimos UCA, nos referimos a la Universidad de Cádiz o a la Unión de Consumidores de Andalucía. En Cádiz todos entendemos lo que quiere decir el COAC pero, ahora que nuestras agrupaciones tienen tanto éxito con sus actuaciones en tierras catalanas, si alguien utiliza allí el término, seguro que habrá alguno que se crea que el concurso del Falla lo organiza el Colegio de Arquitectos, catalán por supuesto. Y lo que es más grave, la despersonalización a la que, en muchas ocasiones, puede conducir el uso abusivo de las siglas. Hoy Día Mundial contra la Esclavitud Infantil, podríamos reflexionar sobre el drama que hay detrás de esas siglas tan usadas, los MENA, para evitar que las siglas, esos «ejércitos esqueléticos sin carne» que diría Dámaso Alonso, nos oculten la tragedia que está teniendo lugar aquí y ahora.

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