Sánchez, el padrino de la ‘famiglia’ socialista

Asimismo, el descubrimiento de cajas fuertes y cámaras acorazadas que dejan al descubierto, aun más si cabe, que el tafanario del socialismo andaluz no iba a salirle gratis al ejecutivo andaluz de Juanma Moreno.

Lejos del primer mosqueo que puede ocasionar esta nueva jugada rastrera de Sánchez, esto no es más que un reconocimiento patente del fracaso de las políticas económicas socialistas. Es el ejemplo de cómo el socialismo no sirve, entre otras cosas, para gestionar económicamente una sociedad. Y ello es porque Sánchez está castigando la gestión económica del Gobierno autonómico de Susana Díaz, el presupuesto elaborado y su posterior gestión por parte de su partido en Andalucía. Para más inri, esta gestión económica fue llevada a cabo por la que ahora es su Ministra de Economía en funciones y heredera presunta, al menos eso dicen, de la sultana de Triana, sobre cuya cabeza pende una espada de Damocles en forma de expedientes de corrupción. Es decir, que la que hoy día se tiene que encargar de nuestra economía, la «chiqui» que habla de 1.200 millones como de si fuera calderilla –quizás porque como su amiga Calvo entienda que el dinero público no es de nadie– es la culpable de esos desajustes económicos en la Comunidad por la que ahora se castiga al Gobierno del Partido Popular y de Ciudadanos.

María Jesús Moreno, la actual Ministra de Hacienda en funciones, se auto castiga por su mala gestión económica como Consejera de Economía. No me digan que no es para echarse a reír si no fuera porque estamos hablando de un nuevo ejemplo de lo que estos socialistas son capaces de hacer para impedir el progreso de una gestión. Quizás si el dinero de todos los andaluces, el que estos socialistas tenían que haber gestionado, no se lo hubieran gastado en lupanares, sustancias psicotrópicas y bebidas espirituosas, hoy en día Pedro Sánchez y su ‘famiglia’ en funciones no se verían obligados a tomar la revancha contra una comunidad que está padeciendo los daños de haber tenido durante más de 40 años a un gobierno socialista al frente.

Sánchez y su Gobierno en funciones se están comportando más como una familia mafiosa que como un Gobierno en beneficio de todos los españoles. Como si de ‘El Padrino’ de Coppola se tratara, Pedro castiga con prácticas nada ortodoxas a las comunidades gobernadas por el Partido Popular mientras que a aquellas gobernadas por políticos, las cuales pueden otorgarle un beneficio personal, como es Cataluña por ejemplo, son premiadas con más dinero estatal y así asegurarse los votos necesarios para su investidura. Todo ello sin el más mínimo sonrojo por su parte.

El presidente en funciones utiliza las instituciones públicas a su antojo y beneficio propio, busca el más mínimo resquicio legal, aunque sea a costa de hacer público la incompetencia de su Ministra de Economía, otrora Consejera de Hacienda en Andalucía, para intervenir a una Comunidad autónoma que está progresando a pesar de haber sufrido durante cuatro décadas la corrupción socialista en San Telmo.

Está claro que si en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española se tuviera que ilustrar el término ‘desfachatez’ se haría con una foto de Pedro Sánchez.