El Apunte

La salud y el verano

Las medidas anunciadas por el Puerta del Mar confirman que se ha captado el mensaje

La salud y la enfermedad no toman vacaciones en verano ni en cualquier otra fecha. Es un precepto bien simple pero los responsables políticos del anterior Gobierno autonómico eran incapaces de entenderlo. Su interpretación de la realidad era bien distinta. Los ambulatorios y los centros ... de salud de la costa gaditana estaban saturados en los meses de máxima afluencia, cuando muchas localidades multiplicaban su población, y el SAS cerraba camas y centros de salud o esperaba hasta mediados de julio para presentar un plan de choque con el que trata de salvar los muebles cuando ya era tarde. Este plan se queda corto. Esa práctica tan dañina llegó a cerrar hasta un 20% de camas y consultas durante el periodo vacacional, justo cuando el número de usuarios potenciales se multiplicaba por dos, por tres o por diez, según cada localidad. La situación se agravaba con otros factores como la clausura de los centros de atención primaria en horario de tarde, el cierre de quirófanos y consultas de especialización y la drástica reducción, en la primera mitad de esta década, de profesionales que trabajan para el servicio público. Estas cifras no son ningún invento ni forman parte de las ahora célebres ‘fake news’. Son números facilitados por distintos sindicatos, de ideologías contrapuestas. La extrapolación de estos datos a Cádiz llegaba a suponer que sus cinco hospitales públicos prescindieran de más de 350 camas, que eran casi 400 si se sumaban las que llevaban años en desuso. Sólo en el Puerta del Mar se estimaba que la ‘reserva’, por usar el mismo término eufemístico que la administración socialista utilizaba cuando se refería a esta medida, era de unas 100 camas durante los tres meses veraniegos.

Con esos precedentes, resulta muy reconfortante para los ciudadanos que hospitales como el de la capital gaditana anuncien que se abrirán camas incluso en zonas de obras en 48 horas si resultaran necesarias durante el próximo verano. Confirma que han captado el mensaje simple, la premisa esencial. El SAS ha tardado demasiado tiempo en paliar una situación que cada verano se iba de las manos. La reducción de camas cerradas (más allá de la agilidad en abrirlas al uso) y el incremento de personal debe ser el siguiente paso a tomar por la nueva administración sanitaria.

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