LA VOZ DE CÁDIZ
Los rocieros dan una lección al alcalde
La hermandad no estará en la procesión Mariana por una ordenanza municipal, pero su hermano mayor pide al resto que participe
El hermano mayor de la hermandad delRocío de Cádiz, Manuel García Perales, ha mostrado su talla como persona y su integridad como cofrade ante los impedimentos del Ayuntamiento para facilitar la salida procesional del Simpecado en la Magna Mariana del próximo 24 de junio. El consistorio gaditano ha puesto sobre la mesa la ordenanza de protección y defensa de los animales para impedir la presencia de la carreta rociera en la ciatada procesión si finalmente iba tirada por mulas. El alcalde, José María González Santos, comunicó al presidentre del Consejo de Hermandades y Cofradías, Martín José, la dificultad del Ayuntamiento para colaborar con un acto de esta magnitud si en el cortejo aparecían animales. El regidor ha defendido la ordenanza y el papel municipal a la hora de velar por los animales. Esta ordenanza ha servido al Ayuntamiento de excusa para meter presión y buscar una polémica donde no existe. El equipo de Gobierno es especialista en este tipo de aventuras. Al final, el alcalde se ha salido con la suya, más bien con su ordenanza, y la hermandad del Rocío no estará en el cortejo del día 24 porque, entre otras cosas, el Simpecado solo puede ir tirado por animales. La auténtica lección de humildad, serenidad y , sobre todo, altura de miras la ha dado el hermano mayor del Rocío que, lejos de secundar un boicot al consistorio por parte del resto de hermandades, dispuestas a suspender el evento en soldaridad con los rocieros, ha expresado todo lo contrario. La hermandad rociera acata con resignación la ordenanza local y pide al resto de cofradías que no perjudique la Magna Mariana con desplantes por la imposibilidad de procesionar el Simpecado. Una vez más, Cádiz es noticia por lo absurdo y lo ridículo de un equipo de Gobierno que se enzarza en problemas menores antes de solucionar las verdaderas preocupaciones de los gaditanos. Es evidene que el Consejo de Hermandades y Cofradías no puede prescindir de la colaboración municipal para sacar a la calle una Magna de este calado y, al final, el pulso lo ha ganado el equipo de Gobierno local, pero la razón y la honestidad la llevan a gala los rocieros con su actitud tranquilizadora.
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