EL APUNTE
El reto interminable
La lucha contra el narcotráfico no es nueva, ni conocerá pausas ni puede ser sólo policial
Que La Línea de la Concepción sea noticia nacional y que sus lamentables episodios violentos se conviertan en centro del debate político español tiene cara y cruz. Por un lado, difunde la cara más dura y triste de una localidad, una comarca, tatuada para siempre con el conflicto fronterizo entre mares y entre continentes. Por otro, resulta esperanzador que, por primera vez, de una vez, se comprenda que su situación social es muy compleja. En esta discusión con altavoces regionales y estatales que tiene el Campo de Gibraltar por argumento permanente, todos tienen razón. Y ninguno. Es cierto que la situación no es nueva ni excepcional. Distintos colectivos llevan años denunciándola. Es cierto que son necesarios más efectivos policiales, y más equipamiento judicial. Tanto como que cualquier medida policial o desde los tribunales será efímera si no se acompaña de un dispositivo que ofrezca alternativas reales, laborales, económicas, vitales y culturales a un sector de población demasiado grande que no tiene salidas, las busque o no. T
odos sabemos que cuando el PP le pide a la Junta que impulse programas que eviten la tentación del «dinero fácil», tiene razón. Tanta como la Junta a la hora de pedir los policías y guardias civiles que no fueron reemplazados, los juzgados que se prometieron y nunca abrieron. Unos y otros tienen mucho que decir, o mucho por qué callar. La batalla contra el narcotráfico en la provincia ni ha tenido ni tendrá pausa. No entiende de momentos mejores o peores porque es una lucha que se combate las 24 horas del día. Los traficantes no descansan y renuevan sus argucias ilegales constantemente para burlar a policías y guardias civiles. Los últimos episodios de violencia en los hospitales hablan de una sociedad que sufre una tensión inusual en otras zonas de España. Se han dado casos de acoso a una juez por la calle. Todo un mundo complejo y oscuro se está envalentonando. Ni se puede consentir ni ahí terminará el reto infinito.
La Fiscalía Antidroga lleva años lanzando mensajes de aviso en forma de memorias anuales. Las drogas dan mucho dinero a demasiada gente y ese dinero lo reinvierten en medios para seguir ganando más. Por ello es necesario que desde el Gobierno se dote a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de las mismas armas para poder enfrentarse a esta amenaza. Una que no acaba de llegar ni va a irse. Una que plantea un reto interminable.