El reparto del pastel eólico
El idilio entre Iberdrola y Navantia sigue adelante pero la eléctrica española quiere compartir sus obras con más empresas
El idilio entre Navantia y Iberdrola sigue adelante con pie firme. La eléctrica española está a punto de cerrar un nuevo contrato con los astilleros españoles para la construcción de una subestación eléctrica. Se trata de la plataforma offshore que permitirá transformar la energía eólica ... en eléctrica en el complejo de Saint Brieuc, en aguas de la Bretaña francesa. El proyecto se encuentra ahora en fase de adjudicación de tramos de obra y Navantia, proveedor preferente de Iberdrola en materia offshore, aspira de nuevo a uno de los paquetes más sustanciosos. Este nuevo parque eólico-marino es el cuarto que promueve Iberdrola en Europa tras el de Duddon Sands, en el mar de Irlanda, el de Wikinger, en aguas alemanas del Báltico y el de East Anglia One, en el mar del Norte. La participación de Navantia en los dos últimos ha sido clave, ya que fue la responsable de la obra de las dos subestaciones eléctricas (Andalucía I y Andalucía II) así como, de la construcción de buena parte de las jackets o soportes para los aerogeneradores.
No hay que olvidar que Iberdrola fue quien introdujo a Navantia en el negocio offshore en 2014 con Wikinger. La obra del parque francés de Saint Brieuc ha introducido una serie de cambios en el modelo que se ha seguido hasta ahora en la adjudicación de los trabajos entre Iberdrola y Navantia. La eléctrica española concedió en exclusiva a Navantia la construcción de las subestaciones de Wikinger y East Anglia One, mientras que las jackets de ambos campos se ejecutaron en UTEcon Windar. Iberdrola es partidaria ahora de ampliar el reparto de carga de trabajo entre sus proveedores preferentes y ha puesto como condición en el caso de la subestación del parque francés que la obra se lleve a cabo mediante la unión temporal de empresas. Es decir, Navantia sacaría adelante la obra junto a dos compañías más. Se da la circunstancia de que Iberdrola ha barrido para casa y ha invitado a dos empresas vascas (Pine Instalaciones y Montajes y Nervión Industries) a participar en la obra junto con Navantia. Esta fórmula de adjudicación es buena porque reparte la carga de responsabilidad del proyecto, sin embargo, algunos sindicatos mayoritarios en Navantia la consideran el principio de la privatización del negocio de una empresa pública.