OPINIÓN
Regreso al viejo truco
El Gobierno local de Cádiz ha perfeccionado la manía persecutoria como recurso político
Es un clásico en cualquier enfrentamiento político. Es el recurso más fácil, el que todos tienen a mano. Aún más en plena precampaña electoral eterna que encadenará autonómicas con posibles elecciones generales y municipales. Ese truco tan visto es la teoría de la conspiración (nombre ... técnico del infantil «me tienen manía»). Tiene múltiples ventajas. Una de las mayores es que su uso es ilimitado. Una persona, un colectivo o una institución puede achacar a las pérfidas acciones de una mano negra –claramente señalada o nunca identificada– cualquier calamidad que le suceda, cualquier error o negligencia, todos los incumplimientos y hasta la pereza. Todo lo que salga mal viene a ser obra de los nefandos hilos de unos seres malignos que se reúnen constantemente a conspirar contra la causa, la que esa. Los malos, tengan o no rostro y nombre, ponen zancadillas a todo lo que se haga. En algunos casos puede ser cierto pero el mérito está en usarlo siempre, en cualquier contingencia. Siempre habrá partidarios o incautos que se lo crean.
El Ayuntamiento de Cádiz, su equipo de Gobierno, ha perfeccionado esta vieja técnica hasta convertirla en una especie de mantra, en una letanía que cubre todas las semanas de cada mes. Ahora resulta que la oposición, entera, en bloque, tiene como fijación ver al alcalde en un banquillo, en cualquier juzgado y por lo que sea. Ante fue que el PSOE les bloquea, que la prensa siempre miente, que el PP boicotea, que Ciudadanos ha robado el control de Onda Cádiz, que los colectivos vecinales y determinados colectivos profesionales se resisten a un cambio por intereses oscuros, espurios... Siempre la conspiración. Siempre con la teoría. Nunca con la práctica.
Los ejemplos suman decenas en tres años y medio. En la jornada de ayer fueron actualizados. La citación al alcalde, prevista para mañana, fue la excusa. Tiene una denuncia por prevaricación y malversación. La Justicia dirá si hay motivo para seguir adelante y aclarará si tuvo alguna responsabilidad. Pero se trata de distraer y que nadie pueda analizar qué pasó, llegar hasta el fondo de los hechos, con sentencia o absolución, lo que decida la Justicia. Mejor decir que todo es un complot, que nos tienen manía, que van a por nosotros, que tienen fijación por causarnos mal sea como sea, con razón o sin ella. Ahí está otra vez el recurso infalible, inagotable: la mano negra, la persecución, la intriga. Nunca incompetencia, error, imprevisión, incapacidad o inexperiencia.
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