El Apunte - Opinión
De recuperar servicios a dejarlos caer
El frustrado empeño municipal por tomar el control de la limpieza pública contrasta con la nula fiscalización de la tarea que realiza la empresa concesionaria
El gobierno municipal planteó en campaña, como una de sus propuestas estelares e innegociables la recuperación de algunas concesiones administrativas de servicios públicos fundamentales. Esa idea se dio en llamar «remunicipalización». Significa que apartados esenciales en una administración local como transporte público y limpieza, entre otros, pasan a estar en manos de la institución municipal, directamente, sin una empresa intermediaria, como ahora, que cobra un dineral por ofrecer durante años y mediante contrato sus servicios especializados, con material y personal específico.
Nada más llegar al Ayuntamiento, el equipo de Podemos-Ganemos tuvo que renunciar. Pese a empecinarse en asambleas con militantes o en entrevistas, la remunicipalización era una utopía. Ni las cuentas municipales ni los compromisos legales la permitían. Esa promesa de que limpieza y transporte mejorarían en manos municipales, que dejarían de costar tanto dinero y darían puestos de trabajo para los gaditanos se esfumó. Esas posibles ventajas de la recuperación del control son, además, bastante discutibles. Se supone que, con concesionarias o no, la prioridad es que los vecinos tengan un buen transporte, una buena limpieza, a cambio de una cantidad de dinero público razonable: tanto si gestiona directamente como si hay una empresa interpuesta. Pero resulta que ese punto clave es, precisamente, el que empieza a fallar.
En San Juan de Dios han pasado de querer recuperar al servicio a desentenderse de que se preste, de cómo se presta. De querer recuperar la limpieza pública a incumplir con el deber de fiscalizar el trabajo de la empresa que cobra millones por hacerlo. Un completo informe dirigido por la concejala de Ciudadanos, María Fernández-Trujillo, asegura que se están produciendo media docena de incumplimientos graves del actual contrato del servicio de limpieza y recogida de basura. Baldeos que no se realizan, material defectuoso, medio centenar de trabajadores menos... A la vuelta de un año resulta que el problema no era quién se encargaba del servicio, el problema que nadie controla si se ofrece a los ciudadanos en tiempo y forma.