La Voz - El Apunte

Razones para el optimismo

La llegada de inversores para reactivar el campo de golf de Puerto Real es un síntoma claro de que algo empieza a cambiar en la Bahía y de que estamos cerca de la ansiada recuperación

Hay razones para abrigar el optimismo. La llegada de inversores extranjeros para reactivar el campo de golf de Puerto Real es un síntoma claro de que algo empieza a cambiar en la Bahía. Es una gota más que demuestra un cambio de tendencia en favor de la ansiada recuperación. Los problemas que arrastraban estas instalaciones deportivas obligó a sus antiguos dueños a echar el cierre en diciembre de 2014. La sociedad Guadalmira Desarrollos Turísticos, compuesta por la inmobiliaria Galia y la cadena de hoteles Vincci, arrancó el proyecto en mayo de 2006 con todas las bendiciones y las mejores expectativas. Sin embargo, la crisis del ladrillo les estalló en las manos dos años después de la inauguración. La urbanización de chalets quedó a medias y el campo de golf no logró sus objetivos.

Ahora se abre una nueva etapa. Los ejecutivos de Morgan Stanley y las otras dos sociedades que participan en la compra de las instalaciones han reconocido que se trata de un complejo que tiene futuro. La presencia de autovías y la proximidad del aeropuerto de Jerez hacen del campo de Villanueva Golf una inversión segura. Esta iniciativa puede ser ejemplo de otras que se están fraguando en la provincia. El presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz, Javier Sánchez Rojas, insiste en que la provincia tiene potencial, «solo falta que nos lo creamos y sepamos venderlo». No le falta razón. La nueva carga de trabajo en los astilleros, la pujanza del sector aeronáutico, la fuerza de los emprendedores y la tímida reducción del paro nos hacen concebir serias esperanzas de mejora.

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