El Apunte

¿De quién es lo público?

Casos como el de Tecno Bahía SL son especialmente escandalosos porque parecen confirmar el tópico de que lo que es de todos no es de nadie

LA VOZ

‘Entre todos la mataron y ella sola se murió’ parece ser la norma que se aplica, en demasiadas ocasiones, a las empresas públicas en Andalucía. En el momento en que un ente pasa a estar controlado por la administración se relajan los controles, se suavizan las exigencias y se considera como innecesaria la rentabilidad. Total, como le atribuían a la exministra socialista Carmen Calvo (cita a buen seguro falsa), «lo público no es de nadie».

Solo así se explica el caso de Tecno Bahía SL, una empresa pública nacida para potenciar la actividad tecnológica de este polígono de El Puerto, donde se encuentran las factorías de Airbus, Alestis o las antiguas instalaciones de Visteon. Y además de difundir palabras grandes y complicadas como ‘sinergias’, ‘competitividad’, ‘transversalidad’ y ‘optimización’, poco más se ha hecho salvo sumar unas pérdidas de 190.000 euros. Más de 30 millones de las arqueológicas pesetas pese a que, como reconoce la propia Cámara de Cuentas, es una entidad que apenas tiene actividad. Ya saben, lo público no es de nadie y, pese a que se haya realizado una generosa inversión, si no se hace gran cosa tampoco pasa nada. La propia Cámara de Cuentas ha cuestionado la continuidad de esta sociedad industrial, a cuya cabeza se colocó recientemente a Fernando López Gil. Sí, el delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Cádiz.

Hasta que no se tome conciencia de que en lo público se debe ser tan exigente como en lo privado se seguirá asistiendo al rosario de empresas de todos que acaban siendo de nada.

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