El Apunte

El puerto aplaza su gran año

La inauguración del túnel bajo Navantia y la eliminación de la valla deben marcar un nuevo tiempo en 2017

LA VOZ

Todo apunta a que 2017 será el año del definitivo despegue del puerto de Cádiz. Con vaivenes y diferencias según el producto, el tráfico de mercancías mantiene una tendencia al alza que sirve de motor al resto de actividades. El incremento de pasajeros hace mucho que dejó de ser noticia. Su auge es el más notable de España. Ningún puerto ha subido más en menos tiempo y aunque tiene un impacto moderado en su cuenta de resultados, conviene apreciar su efecto psicológico, su capacidad para hacerlo visible ante el resto de la ciudad. A estos dos pilares hay que añadir otros avances estructurales, más que comerciales y financieros, que también se materializarán el próximo año. Con la financiación de la nueva terminal para el tráfico de contenedores del puerto de Cádiz ya despejada de incógnitas, el túnel que conectará esta nueva superficie con el segundo puente será una realidad a mediados del año próximo. Esta vía que pasará bajo la factoría de Navantia en la capital será una revolución para la conexión del transporte con carretera y los muelles. La imponente explanada de la nueva terminal está llamada a ser ese punto de unión entre dos formas de comunicación que, sumadas, están llamadas a contribuir de forma decisiva a la prosperidad de la ciudad.

Ayer, los dirigentes de la Autoridad Portuaria repitieron con cierta satisfacción que se reproducen «las peticiones de información de varios operadores marítimos interesados en la nueva terminal». Como añadido, mucho más que estético y visual, 2017 debe ser también el año definitivo en el que el recinto portuario se abra a la ciudad, con la eliminación de la valla actual y su sustitución por otra móvil. Ese deseo antiguo debe marcar una nueva etapa que deje atrás los días en los que la ciudad vivió de espalda a su puerto y su mar.

Esa ansiada apertura, las nuevas conexiones terrestres, cierta recuperación económica, la llegada de la financiación, el interés de las empresas del sector por afincarse en Cádiz y la recuperada unión de la comunidad portuaria forman un panorama positivo, cuanto menos. Incluso optimista si se le añade entusiasmo. El puerto de Cádiz tiene el viento en popa. Sólo falta esperar que no cambie. Para volver a hacer balance y comprobar el éxito cuando acabe 2017.

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