La prudencia como norma fundamental
La desaparición de la mascarillas en interiores es una señal de que el fin de la pandemia está cerca, pero no de que ya no hay de qué preocuparse
El Gobierno ha puesto fecha al fin de la mascarilla en interiores: el próximo 20 de abril, un día después de que salga publicada en el BOE la resolución. Sin embargo este gobierno, por mucho que le duela al cada vez más mesiánico Pedro Sánchez, ... no es Dios y, aunque haya dictado el fin de esta obligatoriedad, no puede controlar que siga existiendo el virus y que, por ende, todos sigamos en riesgo de contagio.
Frente al acostumbrado giro de timón imprevisto del Gobierno, la decisión se venía fraguando en los últimos días, por lo que el anuncio de la ministra de Sanidad, Carolina Darias, no ha pillado a nadie por sorpresa. Tampoco lo ha hecho la fecha, a medio camino entre lo que pedían unos presidentes autonómicos y otros. Llama la atención, en este sentido, que dentro de los propios presidentes populares había división de opiniones, y mientras Díaz Ayuso pedía su eliminación inmediata, el presidente de la Junta, más prudente, solicitaba que se aplazara hasta la celebración de las principales ferias. De resultas de estas controversias el Gobierno se ha encontrado con que la principal oposición ha llegado de la siempre beligerante Madrid y de la acostumbradamente díscola Cataluña.
Pero por encima de los intereses políticos, es el ciudadano el que tiene que seguir respondiendo como viene haciéndolo en esta travesía de dos años de pandemia. Con prudencia y con responsabilidad, sabiendo que sus decisiones tienen consecuencias no solo sobre él, sino sobre su entorno más cercano y sobre el resto de la sociedad. Las mascarillas seguirán siendo obligatorias, cuando traspasemos ese 20 de abril que recuerda a la canción de Celtas Cortos, en medios de transportes, centros sanitarios y residencias de mayores. Pero por encima de las normas, está el sentido común y el ajustarse a lo que el ritmo de la enfermedad vaya dictando en cada momento. Ya lo dicen los expertos: esto no se ha acabado, ha entrado en una nueva fase. El respeto por nosotros y por los demás, sin menoscabo de las libertades de cada uno, deberá ser la consigana que sigamos desde dentro de dos semanas. Entrenamiento, lo hemos demostrado, tenemos de sobra.