La Voz de Cádiz
Los primeros escalones
Los números de la recuperación del empleo son ya indiscutibles, sólidos y constantes
Los que viven hace algún tiempo en esta provincia, en el extremo meridional de la Península Ibérica, estamos muy poco familiarizados con el hecho de que el mercado laboral gaditano transmita buenas noticias. Más bien, todo lo contrario. Las cifras del paro han condenado a la provincia a viajar en el furgón de cola durante años, durante décadas completas. De hecho, ahí sigue. Mes a mes, en casi todos los sectores, durante lustros completos, se ha podido comprobar con dramatismo cómo la mano de obra gaditana abandonaba su puesto de trabajo para ir directamente a las oficinas del SAE a engordar la lista de desempleados. La inactividad en la provincia ha llegado a sumar en sus momentos más dramáticos, y según el baremo EPA, hasta un 41% de su población en edad de trabajar. Sin embargo, la tendencia al fin está cambiando. El balance inicial de este 2017 permite abrigar la esperanza y encarar el 2018 con cierto optimismo. Los datos publicados ayer del paro registrado en las oficinas de empleo arroja mejoría para la provincia como nunca se ha visto en un mes de abril. El paro de abril se ha reducido en la provincia en 6.749 personas con respecto al mes anterior, a marzo, lo que supone una caída del 4%. En términos interanuales, sin embargo, el alivio es aún mayor, es realmente considerable. Son 17.125 personas menos en el desempleo con respecto al mismo mes del año anterior, lo que representa que la economía gaditana empieza a generar puestos de trabajo y, lo que es más importante aún, los conserva sin entrar en una perversa montaña rusa de recuperaciones y recaídas. El sector servicios ha tirado con fuerza una vez más gracias, en esta ocasión, a los contratos relacionados con la Semana Santa. Otra buena noticia es que se trata del tercer descenso mensualconsecutivo. Además, la caída es una de las más fuertes de todas las registradas en cualquier mes de la presente década. Ha bajado en 43 de los 44 municipios gaditanos (Benaocaz es la excepción). La provincia, en suma, afronta el futuro con más optimismo que hace un año.
Es cierto que el terreno perdido es mucho, que aún queda camino por recorrer y que los contratos aún no tienen la estabilidad ni la rentabilidad que toda la sociedad desea pero resulta innegable que se trata de los primeros escalones de la recuperación, del inicio de un ciclo positivo. Por fin.
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